Rosalía

Jueves, 8 de noviembre de 2018

Rosalía ya es un estrella y mi impresión es que se lo merece. Tiene un buen proyecto que incluye muchas cosas. Buenas letras (apoyadas en una actitud desacomplejada de empoderamiento y orgullo femenino), raíces flamencas que respeta, revisa, conoce y homenajea (lo del ‘apropiamiento’ cultural es algo que se me escapa, que no entiendo. Me encanta cuando dice: «la música no tiene dueño»), ha conseguido definir un personaje artístico desde el escenario y, sobre todo, es muy lista. De ahí todo el anterior.

Sabe que hay que saber contar bien lo que se lleva entre manos, lo que sale del alma y se ha convertido en producto, sabe que hay que trabajar más de lo esperado y empujar y empujar contra viento y marea. El viento es la pasión que envuelve todo lo que hace, como una fiebre colectiva que no puede achicharrarte. El pelotazo global, las ofertas constantes, la demanda, el trampolín que nunca acaba. La marea es esa manía nuestra, tan de aquí, de desconfiar, recelar, criticar y envidiar. Como si el éxito ajeno nos incomodara. En lugar de disfrutar del despegue de la catalana, nos coge por sentirnos cansados de «tanta Rosalía». ¿Cansados de qué? ¿De que le vaya bien?

Vino al programa y confirmé lo que me imaginaba: no es solo un fenómeno, es mucho más. Escuchando como habla lo tienes muy claro. Charlé un rato con ella y le pedí que disfrutara, que se blindara de lo ajeno para proteger lo propio que es lo autentico, lo único importante. Le regalé un dibujito mío para que nunca se olvidé de sobrevolar. Y sonrío. Misión cumplida.

Ha vuelto Richard

Lunes, 15 de octubre de 2018

¡Sí! Ha vuelto Richard Ashcroft. Yo soy muy de este señor. Muy fan. Me gustaba con The Verve, me gusta en solitario y sufro sus prolongados silencios discográficos.

Le invité hace más de doce años cuando nuestro programa se emitía en TV3. Y volvería a hacerlo. Este inglés desgarbado y su pop lírico, londinense hasta la médula, me tiene siempre ganado. Aunque este video parece que lo haya pagado el Ayuntamiento. ¡¡¡Que más da!!! Ha vuelto y nos sigue desafiando desde su tristeza un poco bailable, un mucho admirable.

Amigos y músicos

Martes, 20 de febrero de 2018

Apoyar y disfrutar de la música en directo, nos regala momentos inolvidables, mágicos. Como el encuentro de Coque Malla e Iván Ferreiro, interpretando un tema del primero en Late Motiv. Un tema («Me dejo marchar») aparentemente pequeño pero muy poderoso y cargado de sentimiento. La canción, unió a los dos amigos en una especie de trance, de ceremonia de complicidad maravillosa. Luego hablamos de esa camaradería, del placer y también de los temores de cantar juntos, donde uno siempre canta lo del otro. Con respeto, con cariño. Coque e Iván se quieren, se cuidan y están, los dos, en su mejor momento. No sé si es madurez como siempre les digo o plenitud o sencillamente, disfrute. Los años les permiten disfrutar y crear mejor que nunca. Algo que celebramos sus seguidores.

Iván y Coque

Y Rosendo ofició el rock and roll

Miércoles, 21 de junio de 2017

Rosendo ya es una leyenda aunque a él no le mole mucho eso. Pero, amigo y respetado rockero, esas cosas no se eligen. Esas cosas pasan después de muchos años de honestidad, de coherencia y de carretera.

Y en ese punto está el de Carabanchel y sus canciones que, como ha dicho él mismo, son una suerte de autobiografía. Yo añadiría que también de «radiografía» de una España cansada de mamoneo, de una sociedad hastiada pero incomprensiblemente adormecida. Para eso está el rock: para gritarlo, para pasar las cosas por el rayador de una guitarra áspera, de una voz que clama más que canta.

No pude evitar hacer una foto en el backstage de «Late Motiv» de la maleta donde Rosendo guarda su guitarra y la play list de los conciertos. Algo así como un altar laico desde donde este hombre oficia hace mil años. Me emocionó ver como se le respetaba, como el público supo detectar que estaba ante uno de los pocos artistas auténticos que hay hoy en día.

Rosendo

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