Ahí está El Niño currándoselo.
Suerte.
El niño de la hipoteca
#VaportiNacho
Bruce Springsteen dedicó el domingo por la noche su tema «The river» a un muchacho llamado Nacho, fan del Boss, que falleció antes de poder ver a su ídolo. ¿Por qué? Porque la bondad se conectó a través de las redes. Y las redes, que a veces se olvida, las forman buenas personas. Así debería ser siempre.
Entré en 20 minutos para informarme como siempre y descubrí el caso. Decían sus padres que esperaban contactar conmigo porque yo conocía a Bruce. Pequeño error. El que lo conoce es Manel Fuentes. Así que mandé un SMS a Manel. «Me pongo en marcha», contestó. También se activó @ivanguillerock con sus contactos en la E Street Band.
No dudé en ningún momento del éxito de la operación. Bruce es mucho Bruce y el caso clama al cielo del rock. Por eso sonó «The river» y cuando lo supe esbocé una sonrisa. Me alegro por todos los que querían a Nacho, por su memoria, por la gente, por la energía positiva. Nada puede compararse al rock and roll. NADA. #VaportiNacho
Jubilea, que algo queda
De «alucinante» o incluso de alucinógeno calificaría el concierto musical que celebraron en Londres para festejar el 60 jubileo de la reina. Vi a Robbie Williams rodeado de la Guardia Real entonando el «Let me entertain you», a Paul McCartney, Elton John, Stevie Wonder y a decenas de artistas más ante miles y miles de ingleses enfervorizados con su monarca. Banderas, himnos, imágenes de la sufrida posguerra, ovaciones… Un chute de autoestima con corona (colonias incluidas), fuegos artificiales y una Reina que no regala una sonrisa desde 1972 o así.
¡Los ingleses! Dicen que aman a su reina, aunque dudan y critican la institución y lo que cuelga: herederos que no heredarán, nueras díscolas o directamente estafadoras y lo más variado y estrambótico que pueda parir el papel couché. Esta movida no aguanta ni un minuto su traslación a España. Está nuestra monarquía para fiestas y conciertos… ¿Cuál sería el logo? ¿Un elefante? Aquí el Rey, mientras tanto, se ha ido a América a buscar dos cosas: dinero para nuestras arcas llenas de telarañas y credibilidad. Después del tropiezo africano, todo esfuerzo es poco. Le escuché decir: «Cuando trabajo mucho, como ahora, estoy muy bien». O algo así. Cómo cambian las cosas…
«El Berenjenal» en Interviú.
John Coltrane y Miles Davis
Un buen amigo me envía un video desde muy lejos. Solo un video, una actuación musical de dos genios en la televisión. (Sí, sí, hubo un tiempo en el que los músicos iban a la televisión). Por la pieza, por lo que desprende, por lo que transmite, creo entender cómo se encuentra mi amigo. El jazz es un estado de ánimo.
Portet forever
Revisando un poco este blog, constato que siempre escribo y hablo bien de Quimi Portet. No hay otra opción. Es así y siempre lo será. Portet alcanzó la sabiduría popular hace mucho tiempo y acercarse a su trabajo, supone disfrutar como un loco. Portet tiene esa sabiduría que te otorga ser un tipo normal, (no diría que corriente), librepensador, crítico, propietario de un mundo sonoro propio y, sobretodo, un humor ácido, surrealista en la forma pero muy realista en el contenido. Quimi ha vivido en la gloria de las giras con «El último de la fila» y ahora disfruta de su popularidad «comarcal», como él la llama.
Como todos los listos, Portet anda perplejo ante la condición humana y sus consecuencias y ha encontrado en las canciones la mejor manera de expresarlo. Canciones donde hay algo de poesía, acervo popular, denuncia social y también puro divertimento. Ha sacado un nuevo disco que titula «Oh my love». Es en catalán. Sólo por escucharlo y disfrutarlo, valdría la pena aprender el idioma si no lo sabes. Y si no te apetece, como diría Portet: «tranquilo, no pasa nada». Lo dicho: «Portet Forever».
Soy tan fan que me regaló el disco y luego me lo he comprado. Ahí lo dejo…
Quimi Portet por Sergio Vargas