Creo que este podría ser nuestro aspecto dentro de unos años. Ojalá siguiéramos en activo. Yo sería el que tiene mejor aspecto, por decir algo. Pero vamos, no me hagan mucho caso porque 'Nadie Sabe Nada'.
Berto y Andreu
La ceremonia
Esta tarde, a las 19h. y en la Ser, otra vez la ceremonia de la improvisación, la confusión surrealista, el hablar por no callar. No importa que no lo sepas, si lo que dices puede ser divertido.
A volar, en la Ser
Este domingo empiezan las emisiones de 'Nadie Sabe Nada', en la SER. A eso de las siete de la tarde. Vamos a hacer el programa encima del ala de un avión, con la ayuda de cientos de sugerencias que los oyentes ya han enviado y confiando en nuestras cabezas. Cada uno con la suya. Berto Romero y un servidor y eso tan curioso que llamamos «improvisación».
La improvisación es un pequeño monstruo que llevamos en nuestro interior y que normalmente nos hace decir cosas que ni sabíamos que pensábamos. Ya podemos decir que somos adictos a eso, a lo que supone y a las risas que nos proporciona. Ojalá la gente se lo pase tan bien como nosotros. Volver a la radio es siempre emocionante. Gracias a la SER por apostar y al humor que, como siempre, nos protege.
Buscar explicaciones en Argentina
Hemos pasado la última semana en Argentina buscando explicaciones, buscando pistas de mi pasado profesional pero también de mi presente.
Se trata de una modesta producción (que nadie me ha encargado y eso lo hace interesante) sobre mis treinta años en la profesión. Sí, sí… treinta años. Empecé con diecisiete en Reus y aquí estoy: con cuarenta y siete, sin programa y dos millones de ideas. Por eso, porque tengo más tiempo, decidí que era una buen momento para rebobinar, para pensar un poco, para ordenar cuatro ideas. Aquí en Argentina, hay algunas pistas aunque si las buscas puedes encontrarlas por todas partes. Porque esta es la magia de la comunicación: tú emites, sales al aire y luego ese aire lleva tu trabajo a todas partes, a todas las personas que quieran atender. Después de treinta años, me parece algo increíble que, mezclado y agitado con la risa, lo hace irresistible. Vuelvo a casa.
Una buena tarde
¡Pues que buena tarde echamos en Radio Barcelona con Serrat y Sabina! Rosa Badia que dirige y presenta «Tot és comèdia», me invitó a participar, a dar una sorpresa a los dos pájaros que han vuelto a juntarse.
Protagonizaron un programa especial que se emitió el sábado. ¿Qué iba a decir? Pues dije que «por supuesto» y allí que me planté para escuchar a los veteranos más gamberros y queridos del panorama musical.
Siempre he pensado que su amistad y complicidad es un regalo para todos. Es una suerte que los dos tíos más queridos de la canción se caigan bien, se piquen, se quieran y salgan de gira con disco nuevo.
Pueden (y van) por separado arrasando, pero ahora han descubierto que sumando se lo pasan cojonudamente. Son de esas conjunciones que valoraremos dentro de muchos años.
Me limité a decir dos tonterías y luego me quedé para aprender de su sabiduría y de su sorna.
Cuando hablan los buenos, lo que tienes que hacer es callar, relajarte y escuchar.