Tendrían que hablar

Lunes, 20 de julio de 2009

Ahí el «creador» se quedó corto y no remató la faena. Las miradas de los perros, a veces, están cargadas de significado. Pero no sabes que piensan porque no pueden hablar. Ahora que paso más horas con «Mèl», entiendo que el muchacho (perro) tiene unas cuantas cosas que contarme. Que lo separaron de su madre a los dos meses, que quizás por eso duerme en la puerta de mi habitación o que desde que lo bañé en la piscina no se acerca a ella. Me gustaría saber qué opina de la música que pongo y porqué diablos, cuando le lanzo algo, lo trae pero pasa de largo de mi mano y lo esconde. Tenemos muchos temas para entablar una conversación, pero su silencio nos lo impide.

También es cierto que si un día articulara una frase, me desmayaría del susto. Luego me haría a la idea y hasta le compraría un teléfono móvil que pudiera activarse con la voz ya que no tiene dedos y eso ya no me veo capaz de pedirlo.

Tendrían que hablar

Verano

Lunes, 13 de julio de 2009

El tiempo se ha vuelto un poco loco (vaya novedad), pero podemos asegurar que ya es verano. En mi calle están haciendo obras. Gracias. La otra noche, un gracioso puso en marcha la apisonadora y parecía el fin del mundo. Gracias, también a tí, anónimo gilipollas.

Subí a una pequeña montaña y, durante el ascenso me agarré a un pino que se vino hacia mi y casi me aplasta las piernas. Tuve tiempo de esquivarlo. Fue tan rápido que ni me asusté. Una vez en la cima, un guarda forestal de dos metros y medio de altura me informó que, según la Nasa, este va a ser un verano que alternará sol y nubes, «no muy caluroso». Si lo dice la Nasa…

Yo creía que íbamos a estar tranquilos, pero los coletazos de la crisis, como si de una ballena herida se tratara, pueden arrancarte la cabeza mientras estás tan ricamente bañándote. Así que cuidadín. Casi no veo la tele. Pinto, ando, dibujo y vuelvo a pintar. Voy a ver si leo (no sé si me acordaré). Escucharé música atrasada, visitaré las obras de mi calle y me tomaré menos cafés. En las radios se van los titulares de los programas y se instala un cierto aire de relax.

Anoche soñé que hablaba en el vestuario con Xavi del Barça. Un buen tipo. He soñado otras cosas que nunca explicaré. Si te olvidas de una pesadilla, nada más despertarte, ésta desaparece, se desvanece en el olvido. La mata tu memoria consciente. Después de más de diez meses de darlo todo, poner buena cara y seguir como un monje la agenda marcada, vienen ganas de no descolgar el teléfono, no afeitarte, ir con pantalones cortos viejos y mancharte las manos de pintura. Eso es exactamente lo que voy a hacer. Se trata de coger carrerilla, para otro salto de longitud que de momento se intuye lejano y medio borroso, allá por el mes de septiembre. Y como dicen en mi pueblo: «Septiembre no lo ha visto nadie».

Verano

Restos de naufragios

Jueves, 2 de julio de 2009

Tengo otra afición. ¿Cuántas llevaré? Me gusta navegar por webs recónditas, algo marginales y un poco enfermizas. Archivos digitales donde siguen flotando, como restos de naufragios, imágenes inquietantes. O raras. O sencillamente impactantes. Tienen que ser añejas, sugerir algo y obligarte a mirarlas un buen rato. Estos son algunos de mis hallazgos.
Restos de naufragios #1
Restos de naufragios #2
Restos de naufragios #3
Restos de naufragios #4

Orgía vegetal

Jueves, 11 de junio de 2009

Dicen los viejos de los lugares que no se recordaba una primavera tan «verde» como esta. Ha llovido mucho en los últimos meses. (Demasiado, según los que viven en las ciudades). El caso es que los bosques y los campos, que son agradecidos, nos premian con un estallido de vitalidad que no se recordaba. Hasta el cactus más feo, exhibe una flor bonita. Las hierbas, los arbustos, todas las plantas de segunda división han florecido. Me di un paseo hace unos días y comprobé como los insectos, disfrutan de la barra libre de polen. Un par de ejemplos.
Orgía vegetal #1
Orgía vegetal #2

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