Dice Ferran Adrià que no hay que hablar en términos de «tengo un equipo» y agradecer a todas esas personas que te apoyen. Eso es egocéntrico e inexacto. «Yo no tengo equipo porque SOY parte del equipo», añade. Me gusta y me hago mías sus palabras para hablar de toda la gente (fantástica, entregada, buenos profesionales) que han hecho posible el rodaje de nuestra primer peli «El pregón».
Nos hemos pasado seis semanas juntos, trabajando doce horas diarias. Eso, o te une o te destruye y ha pasado lo primero. Me gusta considerarme parte de ese equipo, si me aceptan, y pensar que gracias a que el engranaje humano ha funcionado a la perfección, hemos podido asumir un reto de tales proporciones. Muchas de los compañeros llevan un montón de pelis a sus espaldas, pero para mi todo era nuevo, difícil, exigente y desconocido. Por eso recordaré siempre y lo recordaré emocionado que me hayan ayudado a normalizar tanta presión y convertirla en comedia, en cine, en oficio, en no sé cuántas cosas… Eso es lo que quería decir, sin saber todavía como quedará la peli, cómo será recibida y esas cosas. Ahora la experiencia, la gente y el agradecimiento.