«En todas partes cuecen habas». No sé (como tantas cosas) quién inventó este dicho popular. Pero me ha venido a la cabeza tras un viaje a Argentina que me ha permitido tomar un rápido contacto con el país. Otra vez, múltiples versiones de la realidad. Para algunos, Cristina quiere perpetuarse en el poder y está consiguiendo que Argentina «sea otra Venezuela». Son los que critican su populismo, su gestión personalista, sus comparecencias que buscan más el espectáculo y el impacto entre unos ciudadanos dependientes de las ayudas estatales, que la excelencia en una gestión política moderna, justa y bien conectada con el mundo exterior. Para otros, en cambio, Cristina es la nueva Evita. La madre «salvadora».
¿A quién te crees? No lo sé. Yo solo era un viajero de paso. Me monté en un avión y leí que Obama ganaba por la mínima en los Estados Unidos. Hay dos Estados Unidos. Como hay dos Españas (esto no es nuevo) y hay un montón de Cataluñas. En este último caso, veremos cómo se estructuran en una campaña electoral histórica. Porque aquí se cocerán un montón de habas sobre un fuego común: la voluntad de la mayoría de los catalanes de decidir su futuro sin ser considerados los más malos del planeta. Así las cosas, sobran habas y faltan buenos cocineros.
«El Berenjenal» en Interviú.