La situación

Martes, 12 de junio de 2012

Me enteré de lo del rescate a España o la financiación o como quieras llamarle al desastre, de viaje por Israel. Menos metáforas y más concentración que caen chuzos de punta como flechas disparadas por una tribu (centroeuropea). A mi no me importa si Rajoy se va al fútbol o no. Lo que me importa es saber si este hombre y su gobierno es consciente del bloqueo de las economías de todas las empresas y familias del país. Como la pasta de Bruselas no circule y vuelva a regar de sangre todo el sistema financiero pero de verdad, aquí se va a liar una guapa.

El caso es que estábamos en Tel Aviv, trabajando, y las paredes de la ciudad (como la de esta foto) me recordaban que en todas partes cuecen habas. Que todos, en algún momento, le han visto las orejas al lobo, al miedo, al conflicto… Los israelitas, con sus religiones cruzadas y esa tensión que está pero no está, saben mucho de malos tragos. Y nosotros, los españolitos, debatiendo acaloradamente cómo demonios hemos llegado hasta aquí y si nos vamos a enterar de una vez por todas que el capitalismo como lo hemos (mal) entendido es una ballena herida que lo arrasa todo a su paso.

Hablamos y hablamos. Pusimos nombres y apellidos al desaguisado, brindamos por un mundo más justo. Allí, en aquella última playa del Mediterráneo había cabreo pero también esperanza. Como mínimo, nos desahogamos.

Todo está conectado. Obama ve peligrar su reelección si Europa se rompe. Estados Unidos debe su dinero a China… Vamos que, un día de estos vamos a cambiar Alemania por China y se van a acabar los chistes sobre los asiáticos. Es como si todo el mundo anduviese con los pelos de punta como el dibujo de la foto. Nunca un trazo, contó tantas cosas. Pelos de punta, sonrisa quebrada, ojos como platos…

La situación