Qué pena que desaparezcan las tiendas de discos. Lo digitial se ha comido algo más que los vinilos. Se ha cargado pequeños santuarios, reservas naturales de locos por la música. AMOEBA en San Francisco, resiste. ¿Podrán con ella?
Las tiendas de discos
Jueves, 13 de octubre de 2011