Compré de segunda mano una máscara de esas tribales que son todas iguales y que en realidad las fabrican en China. La customicé con colores vivos (un poco al estilo de Liniers). Una niña me preguntó quién era y le dije: «es el Superhéroe Conejo de tres ojos. Aleja los problemas, vuelve de colores lo gris y alegra las casas». Y se lo creyó.
Máscara de la suerte
Martes, 9 de octubre de 2012