Un periodista extranjero informa desde el exterior del congreso de los Diputados en Madrid. Acerqué mi oído a ver si me enteraba de lo qué pasaba, pero nada. Hablaba un idioma muy extraño. Le ponía enfasis, eso sí.
El congreso está blindado por todas partes. Decenas de policías día y noche y unas sospechosas obras que van para largo lo alejan de la gente. No hay quien proteste delante de la cámara porque, según dicen, no quiere darse esa imagen al extranjero. Una medida profiláctica absurda ya que nos tienen calados, controlados y acojonados. Y hoy en día ,además, no hay quien ponga puertas al «campo» de las redes sociales. (¿Qué estaría contando el periodista?)