Que te premien

Lunes, 16 de febrero de 2009

Que te premien es bueno, si respetas el premio que te dan. Los que tenemos la suerte de frecuentar esos berenjenales, solemos decir que estamos muy contentos, pero no es verdad. Sólo estamos agradecidos. Estamos contentos si, por ejemplo, el premio te lo dan los lectores de una revista como pasó en los últimos TP. Eso está bien. No sé si hacemos el mejor programa, ni creo que sea bueno plantearlo así. ¿Quién es mejor que quién? ¿Se puede competir en televisión, más de lo que ya nos hacen competir? Prefiero pensar que no. «Mejor», significa que los lectores aplauden nuestro trabajo. Y eso es muy bueno, teniendo en cuenta que estamos en una cadena con menos medios, pero con mucha dignidad. Es un premio que te da un empujoncito para seguir cargando las pilas cada noche.

Por si esto no fuera suficiente, el viernes me comunican que me han otorgado el «Gat Perich» de este año. Ojo, ¡para el carro! Otra excepción. El gato es un premio que dan los mejores humoristas gráficos del país y que, desde hace un tiempo, ha abierto sus puertas a cómicos que provenimos de otros campos. Un premio de cómicos para cómicos.
Me ha hecho mucha ilusión y así se lo dije a FER por teléfono. Mucho más teniendo en cuenta que soy un fan del mítico Jaume Perich, inspirador de los premios y que, como tantos, se fue demasiado pronto. Sirva el premio para reivindicar a Perich que en 1971 publico el libro «Autopista» (como respuesta a «Camino») y que fue el más vendido del año. Fundó las legendarias «Hermano lobo» y «Por favor». Se puso la sátira por bandera en los jodidos tiempos de la censura, cuando todo era más difícil. Era un aforista sensacional. Aquí dejo algunos de sus pensamientos que están a la altura de los mejores cómicos del mundo. ¡Va por ti, Jaume!

%u2014Dios hizo el mundo en seis días. Hasta el momento nadie se ha podido explicar a qué venía tanta prisa. Así ha quedado como ha quedado.

%u2014Gracias a la guerra uno no solo puede morir por sus ideales, sino que incluso puede morir por los ideales de otro.

%u2014Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco.

%u2014Un fanático es un individuo que tiene razón aunque no tenga razón.

%u2014Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo.