Pues aquí nos tenéis, a la parejita, preparados para un nuevo salto, un nuevo juego, otro reto. NADIE SABE NADA. Ayer nos presentamos en sociedad en el Teatre Artèria del Paral.lel de Barcelona donde pasaremos las Navidades. Me gusta hacer teatro en Navidad, no sé muy bien por qué.
La gente, como siempre, es muy amable con nosotros. A lo mejor la Navidad nos reblandece un poco que buena falta hace. Los espectadores vienen, se ríen, nos agradecen esas risas y ahora mucho más. En este país cabreado, parece muy necesaria la comedia. En realidad siempre lo ha sido, desde tiempos inmemoriales. Trabajar con Berto es una delicia, improvisar con él todavía más. Deseo que el resultado sea un ejercicio de libertad creativa, de dulce desvarío. Porque, tengas o no tengas programa, los cómicos seguimos nuestros caminos, cultivamos y aprovechamos nuestras complicidades, necesitamos llegar al público, a la gente que son los que dan sentido a nuestro trabajo. Primero iremos a Cornellá y Lleida, luego Barcelona y luego… Nadie sabe Nada. Ni los Mayas. Espero.