Ayer visitaron nuestro plató, alguna de las componentes del equipo de Softball de Viladecans. Adjuntaban un reportaje en el Interviu, donde aparecen sin ropa. Les pregunté si este deporte se practica así o hay que llevar equipaje.
La verdad es que no sé nada del softball. Le improvisé a Berto: «es como el baseball, pero más suave». Quedó clara mi incultura. Berto dice que puede mandar dos entradas a su weblog. Bueno. Esto va a ser un pique. Yo voy a mandar tres. Aquí el que pringa es Mia Font del Terrat.
Hoy me han invitado a un café en un bar cerca del gimnasio. Siempre me sorprende el gesto. Un simple café. Significa que te agradecen la visita. Siempre utilizo el mismo gag: «vendré cada martes». Al salir, una señora de avanzada edad estaba leyendo «Diario de una ninfómana» al sol. Como si tal cosa.
Ayer vi a Corbacho en su debut de Peta-Zetas. Loco perdido pero más comedido. Ahora es él, quien tiene que poner orden. ¡Ahí te quiero ver, socio! Los ochenta ya son material de nostalgia. Cada década que pasa, legitima dos anteriores para la nostalgia. Adiós a los setenta, bienvenidos los ochenta.
En aquella época empecé a trabajar en la radio. Mi primer jefe fue Carlos Francino. Le he escuchado esta mañana. «Son las seis de la mañana». Si tuviera que hacer un programa a la seis de la mañana me desintegraría como el hombre de mercurio de terminator 2 ó 3. Ahora no me acuerdo.