Hubo una vez en la que los dos titanes midieron sus fuerzas. El mundo se paralizó. Las mariposas detuvieron su vuelo en el aire, el pianista dejó de tocar, los gatos arquearon el lomo, los relojes se reblandecieron, hasta Belén Esteban, según dicen, se calló. Señoras y señores, Bruce Lee contra Chuck Norris.
(Nota: Darse lo que es darse no se dan. Ni se tocan. Pero lo parece ¿no?)