Hay hombres que son lecciones de vida en sí mismos. Por lo general suelen ser gente modesta que rehúye esa condición. Si pudieran, serían invisibles. Solo trabajarían en lo que les gusta e intentarían ser felices, alejados de los focos de atención. Como todos, como la mayoría. Pero eso no puede ser, porque el destino les ha reservado un papel ejemplarizante e inspirador. La vida les ha puesto retos que parecen trampas. Me emocionan ese tipo de personas y hay muchas más de las que creemos. Lo que sucede es que solo trascienden los casos más populares o mediáticos. Bueno, no pasa nada. Eso no resta un ápice de importancia.
En el FC Barcelona hay dos casos dignos de estudio: Tito Vilanova y Eric Abidal. Dos hombres perseguidos por enfermedades a las que plantan cara con humanidad, trabajo, esperanza y mucha normalidad. Es tan fuerte lo que están viviendo, como importante lo que están transmitiendo. Posiblemente sean las dos personas más queridas en Catalunya en estos momentos. Y no es la pena la que mueve todo ese cariño. Es la admiración. En un mundo tan exagerado, caótico, exacerbado e interesado como el del fútbol, Vilanova y Abidal nos ponen frente a la verdad más absoluta. Su lucha es la lucha de todos. Una lucha compartida, sincera y reconfortante, ya seas del Barça o del Racing de Santander. Quizá el mundo no esté tan mal como nos creemos.
«El Berenjenal» en Interviú.