Vacaciones

Viernes, 3 de julio de 2009

Voy a repetírmelo que no me lo creo: «vacaciones, vacaciones, vacaciones…» Cumplimos con la tradición: vino mi madre, pasó revista al año, la liamos con un cohete, emoción, agradecimiento, esfuerzo justificado… Todas esas cosas que normalmente trae de serie el último programa de la temporada. Pero, esta vez, me parece que la satisfacción merece una explicación.

Vacaciones

Hemos culminado una quinta temporada con brillantez, muy buenos resultados y una sensación de que el programa se ha revalorizado, ha hecho su enésima reinvención y mira al futuro con orgullo y muchas cosas que decir. ¿Por qué? Porque nos lo curramos.

Porque hay un equipo que se deja la piel y me acompaña, me mima, me hace mejor y se cree lo que hace. ¿Que hay que pasar a una cadena pequeña? Pues se pasa y se demuestra que «pequeño» es sólo un adjetivo para calificar a los directivos de televisión. No hay cadenas pequeñas. Hay proyectos, ganas, riesgo y TELEVISIÓN. Un arte precioso, a pesar de que algunos quieran convertirlo en un supermercado barato.

Era bonito ver improvisar a… ¡mi madre! Si es que me viene de familia. Han sido diez meses repletos (atiborrados) de tele, teatro, libros, trabajo en la productora y mucho más. «¿Vas a descansar?», me preguntaban. «Pues sólo lo justo», porque a los que nos gusta que pasen cosas, la inactividad nos aplatana. Lo justo para coger carrerilla.

Muchas, muchas gracias a todos.