La emoción que se vivió el día del estreno fue extraordinaria. Nosotros somos emocionales, «calientes», necesitamos ese apoyo porque nos demuestra que esto es algo más que un programa. Es una manera de encarar la vida. Sentirte acompañado cariñosamente es un privilegio y así lo disfrutamos. Pero hay que seguir trabajando. Supongo que se intuye la cantidad de trabajo que hay detrás de cada sonrisa, de cada segundo, de cada gesto.
Ahora hay que tener la cabeza fría y el corazón caliente. Hacer caso de nuestra intuición, de nuestra experiencia. Relativizar las opiniones, los datos, las prisas, el ruido. Hay que mantener vivo el estado de ánimo. De momento estoy a punto de disfrazarme para un gag. Mañana reportaje en Barcelona, el jueves otro rodaje en Londres, viernes ensayos y lo que me.dejo…
Como me dijo una vez una seguidora: «la tristeza viene sola, pero la alegría hay que buscarla». Y trabajarla.