¡Tenemos peli! No podré transmitir escribiendo la ilusión que me hace. Es algo especial. Muy especial. Es un reto en toda regla (¡¡¡a mi edad, ja ja!!!). Lo es. Intentaremos contar eso y mucho más hasta el 18 de marzo, fecha del estreno. Está a la vuelta de la esquina. «El pregón» ha sido también un regalo envuelto en papel de trabajo. Mucho trabajo. Pero cuando haces algo que sueñas, con amigos, con buenos profesionales que te apoyan y te mejoran… ¡A quién le importa el esfuerzo! Se hace y ya está. Y, ahora, a ver qué dice la gente. Ojalá les guste.
¡El pregón!
Gracias equipo
Dice Ferran Adrià que no hay que hablar en términos de «tengo un equipo» y agradecer a todas esas personas que te apoyen. Eso es egocéntrico e inexacto. «Yo no tengo equipo porque SOY parte del equipo», añade. Me gusta y me hago mías sus palabras para hablar de toda la gente (fantástica, entregada, buenos profesionales) que han hecho posible el rodaje de nuestra primer peli «El pregón».
Nos hemos pasado seis semanas juntos, trabajando doce horas diarias. Eso, o te une o te destruye y ha pasado lo primero. Me gusta considerarme parte de ese equipo, si me aceptan, y pensar que gracias a que el engranaje humano ha funcionado a la perfección, hemos podido asumir un reto de tales proporciones. Muchas de los compañeros llevan un montón de pelis a sus espaldas, pero para mi todo era nuevo, difícil, exigente y desconocido. Por eso recordaré siempre y lo recordaré emocionado que me hayan ayudado a normalizar tanta presión y convertirla en comedia, en cine, en oficio, en no sé cuántas cosas… Eso es lo que quería decir, sin saber todavía como quedará la peli, cómo será recibida y esas cosas. Ahora la experiencia, la gente y el agradecimiento.
La película
Cuando ruedas doce horas diarias durante seis semanas, cuesta mucho resumir. Todo es intensidad, experiencia, reto, compañerismo… Muchas cosas. Todas buenas. Agotadoras pero inolvidables. El lunes iniciamos la última semana en Proverzo que en realidad es Santa Pau donde estuve hace veinte años. Un pueblo precioso, medieval, con gente maravillosa que son un personaje más de la peli. No se me ocurre un sitio mejor para debutar. «El pregón» ya es un realidad, todavía inacabada, que nos envuelve, nos obsesisona y nos divierte.