Fenómeno Revilla

Lunes, 27 de octubre de 2008

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, es un fenómeno televisivo en toda regla. Pocas veces en mi carrera, había visto tan de cerca (y disfrutado), la capacidad innata de comunicar sin esfuerzo, tan sólo echando mano de la naturalidad, la capacidad de expresión directa y sincera y una simpatía que se tiene o no se tiene. Puedes darle las vueltas que quieras al tema, pero hay gente que traspasa la cámara y «llega» al espectador y otra que no. Es lo que hay y, Revilla, está en el primer grupo.

Cuando la semana pasada, cumplió el sueño de conseguir una rueda de fórmula 1 para Juan de Salamanca, lo vi todo muy claro. Revilla ya está en lo más alto y ha venido para quedarse. Hay más cosas. Me gusta el respeto y el aprecio que nos tenemos, fuera de pantalla. Revilla va a lo suyo, pero no escatima en apoyo y buenas palabras. Es un hombre entregado a su comunidad y va a donde sea para decirlo alto y claro. Bueno a donde sea, no. Tampoco vayamos a creer que Revilla, con su experiencia, no nos ve venir a todos. Detrás de la imagen campechana, hay un político realista y práctico. Un hombre sincero que ha hecho de su libertad su encanto y de su personalidad, un personaje televisivo de primer nivel. Ya tengo ganas de que vuelva.
Fenómeno Revilla #1
Fenómeno Revilla #2

Postales

Domingo, 26 de octubre de 2008

Postales
Unos seguidores del programa, me hacen llegar estas postales hechas por ellos mismos. Me dicen que estaban en un taller de diseño gráfico en Portbou y se acordaron de mí. Pues muchas gracias. El culo, en concreto, y según su autor: «es para mí una imagen de fiesta». Me he quedado un buen rato dándole vueltas al concepto, pero todavía no he llegado a ninguna conclusión.

Maquillaje

Viernes, 24 de octubre de 2008

Hace tiempo que descubrí que siempre hay que llevar una cámara encima cuando pasas por el maquillaje del programa. Algunos opinan que atravieso alguna obsesión compulsiva, que también puede ser. Lo cierto es que ves escenas, caras y personajes que no aparecen ni en los mejores/peores sueños/pesadillas. Aquí os dejo a Fernandes preparándose para ser George Washington y a Berto antes de meterse en el vestido de Antonieta del que hubo que sacarlo con grúa. El lunes volveré a coger la cámara. Nunca se sabe lo que puede pasar. Y esa es la gracia.
Fernandes
Berto

Vizcarra es el mejor

Jueves, 23 de octubre de 2008

No sé si he dicho o escrito alguna vez que el mejor caricaturista de España se llama Joan Vizcarra y trabaja en El jueves. Por si no lo he dicho, aquí queda.

El artista me acaba de hacer llegar los dos libros que acaban de editarle con lo mejorcito de su producción. Son alucinantes. Es que te quedas embobado con la habilidad de este hombre para dar su visión y su versión de los personajes. Sencillamente, genial. Cualquier aficionado al dibujo debería comprárselos ya. Con el permiso del autor he sacado estas fotos. Pincha en su web y coge un kleenex porque se te va a caer la baba. Felicitats nen!!!
Vizcarra es el mejor

Crisis, crisis y más crisis

Lunes, 20 de octubre de 2008

A una crisis como la que vivimos, no se llega por un solo camino, ni hay un solo culpable. Vamos a recibir todos (espero que un poco menos de lo que dicen los catastrofistas), pero unos cuantos se lo han «currado» durante muchos años para que ahora andemos acojonados.
Por lo que he ido procesando en mi limitada cabeza, estamos ante el estallido de un capitalismo que se ha hinchado mucho más de lo que puede soportar. El fin de un sistema. Por eso, ahora los grandes líderes dicen que tenemos que repensar el futuro y aprender de lo vivido. Sería la primera vez que esto sucede. Sabemos que el ser humano no aprende de sus errores. Hasta el mismísimo Bush, que va a estar jodiendo hasta el día que se vaya, propone una cumbre mundial en Estados Unidos, para hablar de la hecatombe financiera. ¿En Estados Unidos? ¡Pero si ellos son unos de los máximos culpables! Han propagado lo de las hipotecas basura, viciando y ensuciando medio mundo y se han metido en una guerra que casi se les carga el producto interior bruto, disparando el precio del petróleo una vez más… Y ahora quieren que vayamos allí para hablar. ¡Como Sarkozy no puede parar quieto!

Habrá que ir, pero yo lo haría con una de esas manos gigantes de espuma que llevan los fans del beisbol, para darle collejas hasta que el cuerpo aguante. Habrá que decirles alto y claro que los caprichos americanos, sus desmanes y arrogancias, nos afectan a todos. Y que ya está bien. Y luego habrá que ir a poner una vela a la iglesia más próxima para que Obama no nos salga rana y aplique sentido común a ese imperio que se resquebraja y que daña a medio mundo con sus desprendimientos. ¡Pues no le queda trabajo al de Chicago! Van a hacer falta tres Obamas para paliar un poco el páramo que deja George. ¿Cómo puede ser que todavía quieran otro republicano?

Hablando de collejas. Otras tantas, y sonoras, para banqueros y constructores españoles. Los bancos han negociado con nuestro dinero y han perdido. ¿Qué quieren ahora? Piden liquidez al gobierno (o sea pasta por un tubo), para salir del atolladero. Y venga a subir hipotecas y a sembrar de dudas el horizonte oscuro. La gente anda muerta de miedo, ante la posibilidad de perder sus ahorros. Por eso interviene el gobierno. Lo que ya sería para morirse es que encima ayudara al gremio de la construcción, que ha subido el precio del suelo y la vivienda sin orden ni control durante tantos años. (Todos veíamos que iba a acabar mal, claro). Pues no haber sucumbido ante el poder del dinero. «¡Cuánto más tenéis, mas queréis!», como dice El Follonero.

Las economías parecen algo intangible y que no va con nosotros, hasta que se derrumban como un castillo de naipes y arrastran como una riada. Ha bajado la venta de coches, la publicidad, el gasto en ocio y hasta la alegría de la gente. Hay un rictus de malestar en las caras impotentes de los que siempre hemos currado y ahora, por culpa de otros, nos vemos en problemas. De ahí a la mala leche hay un pequeño y peligroso paso. Es el momento de pedir a nuestros representantes que se ganen el sueldo. Que trabajen codo con codo para, no solo paliar, sino establecer un nuevo orden. Más justo, más solidiario, menos egoísta y avaricioso. ¿Acaso España no es un país gobernado por socialistas? Pues que se note, ¿no?

Me decía un lúcido invitado el otro día: «No pasamos una crisis solo económica. Es una crisis de valores muy profundos. Han crecido generaciones de gente sin sensibilidad que solo han estudiado para ganar dinero. A costa de lo que sea». No puede tener más razón. De aquellos neocons, estos lodos. Esa fiebre globalizadora por el oro, nos ha traído hasta aquí. Ojalá se den cuenta de que puede haber un mundo mejor. Derechas, izquierdas, centros, católicos, agnósticos o musulmanes. ¡Qué más da! El mundo pide a gritos que lo administren bien. Tan fácil como eso. ¿Aprenderemos esta vez?

Crisis, crisis y más crisis

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