Este ha sido uno de los mejores cumpleaños que recuerdo. Me ha pillado trabajando en lo que me gusta, rodeado de mi fantástico equipo, con la emoción del directo y el público al que siempre agradezco que venga. Y Sílvia se tiró por sorpresa y de cabeza a un pastel. Todo el mundo estaba contento. Y yo el primero. Un buen premio para tantos días y noches de esfuezos. Y, esta noche, volvemos a la carga. Como debe ser.
PD: Ah, cumplí 49. Una edad que no está ni bien ni mal.