Demasiadas cosas en la cabeza

Jueves, 24 de mayo de 2012

Casualidad fatal: anoche hablaba con mis mejores amigos sobre la incapacidad de acumular tantos datos en nuestras cabezas de casi cincuenta años. «La mía está a tope, ya no me cabe nada más, se me olvidan las cosas», decía uno. Otro añadía: «Cada vez que debo entender algo nuevo, sé que esto empujará algo antiguo y que lo olvidaré». Cabezas como discos duros hasta el límite, con el ventilador en marcha para que no estallen del recalentamiento. Así está la mía, la de muchos.

Esto es una gran olla a presión. Y van y me escriben de Interviú: que voy tarde. ¡Joder, se me olvidaba! Claro, normal. Tengo la cabeza como una bandada de miles de golondrinas enloquecidas. Primas de riesgo, crisis, indignados, recortes, bancos, créditos, urgencias, mi programa que se acaba, ¡malditas audiencias!, ¿qué quiere la gente?, ¿seré yo?, ¿quién soy?, ¿alguien sabe quién es de verdad?, ¿nos estamos «estupidizando»?, ¿tendrá razón Vargas Llosa en su último ensayo?, más crisis, titulares apocalípticos, primeros incendios de primavera, vacaciones sin ganas, muchos sin vacaciones, golondrinas, golondrinas, golondrinas… ¿Por qué las veo oscuras?, ¿tendría razón Bécquer? ¿Hubo algún tiempo bueno para la lírica?

«El Berenjenal» en Interviú.

2012

Jueves, 29 de diciembre de 2011

Si hacemos caso de todas las previsiones, este podría ser el aspecto del año 2012. Un año ideal para los agoreros y los pesimistas que «empeoran» la previsión de los Mayas, marcada para final de año. Dicen los negativos que lo realmente chungo vamos a vivirlo el primer semestre. No paran de repetirlo, como si de un parte meteorológico se tratara. Parece que te avisan mucho para metértela doblada y luego no puedas decir que no te han alertado. Todo muy perverso.

Así que el 2012 sería como un camino mal iluminado donde no se ve el final. Pero… ¿vamos a empezarlo con los ánimos por el suelo? ¿Vamos a creernos que somos incapaces de revertir la tendencia? Si la economía (y sus consecuencias) es un estado de ánimo, por nosotros que no quede. Tenemos ideas, tenemos ganas, exigimos responsabilidades a los que tienen que arreglar las cosas y, nosotros, a lo nuestro. Como siempre, vamos.

2012

Steve Jobs

Jueves, 6 de octubre de 2011

Llego a San Francisco y leo que Steve Jobs ha muerto. Maldita coincidencia. Aquí, en la ciudad de la tecnología, de la innovación, de las comunicaciones del siglo XXI ya se echa de menos al genio. Aquí y en todas partes porque su influencia era global.

Se ha ido el hombre que hizo atractivo algo tan frío como un ordenador, algo tan mecánico como un reproductor de música o algo tan estúpido (hasta el iPhone) como un simple teléfono.

Es recomendable revisar sus conferencias, sus textos, cómo animaba a todo el mundo con ideas y luchar por ellas, a pesar de los agoreros y los cortos de miras.

Un genio es alguien perseverante en su ilusión y en su pasión. Ojalá hayamos aprendido algo.

Steve Jobs

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