La pintura te enseña a esperar, a dar tiempo al tiempo y buscar una solución. Tuve un gran óleo inconcluso y sin resolver muchos meses en el taller. Lo miraba y pensaba: «no lo tengo». Y esperé.
Cuando ya me daba por perdido decidí jugar con él. Otra lección: jugar siempre es una buena decisión. Dibujé con barras de óleo encima del «bloqueo». Y así nació el color, la vida y la solución. (Al menos eso creo yo).
Todo llega si sabes identificar el momento.
«Todo llega» (Óleo. 2024)