Queríamos que viniera Bob Dylan al programa para hablar de lo del Nobel. Le llamamos pero no nos cogía el teléfono. Claro. No se lo coge a la Academia, nos lo va a coger a nosotros. El caso es que me acordé de Pablo Carbonell y le llamé.
Estaba en Valencia con sus actuaciones. Me dijo que no me preocupara, que el tenía la manera de conseguir que Dylan viniera. ¿¿¿Cómo??? Nunca subestimo a Pablo pero esta vez me pareció demasiado. Confié en él (como siempre) y no me decepcionó. ¡¡¡Es lunes por la noche, ahí esta Bob Dylan!!! Quizás con un aspecto más parecido a Marlon Brando pero ya se sabe que los famosos cambian mucho en persona. Se calzó su sombrero de picador, su guitarra y habló cantando. Que no quiere el Nobel, dice. Luego se fue por donde había venido. Y todos tan contentos.
Gracias Pablo.