Cada noche, antes de dormir, dibujo una cara en una libreta. Sí, manías mías. La última y sin preverlo, resultó ser Berto. Simplemente apareció. Muchas horas juntos supongo.
Samanté para él. En su cara, claro.

Cada noche, antes de dormir, dibujo una cara en una libreta. Sí, manías mías. La última y sin preverlo, resultó ser Berto. Simplemente apareció. Muchas horas juntos supongo.
Samanté para él. En su cara, claro.