Ganar en tiempos de marejada

Lunes, 29 de noviembre de 2010

Decía ayer @pauuxs en Twitter, comentando las elecciones: «¿Mejorará esto algo en nuestras vidas?». ¡Ahí amigo! Has dado en el clavo.

Ha ganado Artur Mas (campeón del mundo de perseverancia), el PSC se ha pegado un buen leñazo, sube el PP, Esquerra Republicana se descalabra… ¿Y ahora qué? Yo creo que la política ya no es lo que era. Aquella épica tras la recuperación de la democracia, ya ha pasado. Ahora son señores (gestores) con mucho trabajo, mucha responsabilidad, pero no dependen solamente de ellos mismos. Mira Zapatero convocando las grandes empresas de España y descolgando acongojado cada vez que llaman desde Bruselas. La crisis que todo lo invade, se filtra como la humedad hasta el último ladrillo de los gobiernos y Catalunya, naturalmente, no está a salvo. Aquí se ha castigado a la Izquierda y su deriva, y se ha confiado en los conservadores catalanes, en estos tiempos de marejada. Esto es muy catalán. Ahora, nada de aventuras y a amarrar el barco que se lo va a llevar el vendaval.

Mas será el presidente que guardará y cuidará ese barco. Lo tendrá limpio y reluciente pero no sé yo si zarpará para buscar nuevos horizontes. No, de momento. Se imponen tiempos de cautela, pactos de alto nivel, más recortes. Está muy bien lo de enseñar la patita del independentismo en la campaña y esas cosas, pero el parte meteorológico obliga a no tomar decisiones arriesgadas y centrarse en lo urgente, lo que no nos deja dormir. La gente quiere trabajo, bienestar y seguridad.

Lo de la identidad, pone de los nervios a muchos porque con una bandera no puedes ir a pedir una hipoteca. También tendrá que demostrar Artur Mas, que tiene proyecto propio, recorrido y personalidad más allá de la alargada sombra del pujolismo. Aunque siempre estará Durán y Lleida, para recordarle de donde viene. Señor Mas, le transmito la pregunta: ¿su triunfo mejorará en algo nuestras vidas?

Quedamos a la espera.

El convidat

Martes, 21 de septiembre de 2010

Albert Om presenta en Tv3 un programa de esos que ya no se ven. Bueno, con estilo, inteligente, bien filmado, ambicioso y a la vez modesto. Se llama «El convidat» y, en él, Albert pasa un fin de semana con alguien conocido. Me lo propuso y dudé. «Enseñar mis cosas, mi vida?».
Luego decidí que confiaría en Albert Om y no me ha drefraudado. Gracias a todos los que lo siguieron y a los comentarios. Creí que le debía al público catalán que tanto me ha seguido en mi carrera (y que me ha permitido dar el salto) un poco más. Misión cumplida.

Catalunya

Lunes, 2 de noviembre de 2009

Yo creo que este sarampión social que estamos pasando en Catalunya con todos los escándalos de corrupción aireados, va a resultar beneficioso. Primero cabrea comprobar (era vox populi) que unos cuantos listos han tirado de sus contactos otorgados por las urnas, para enriquecerse ilícitamente. Pero, luego, piensas que es bueno que se sepa. Que se levante la alfombra (a menudo con forma de senyera) y se desenmascare a la burguesía disfrazada de falsos salvadores de la patria. Y aquí no valen partidos, porque me temo que en todas las sedes cuecen habas y tiene que haber unos cientos de culos apretados por todas partes en estos momentos. Pues porque no hacían las cosas bien.

Las banderas, si es que tienen que existir, solo representan a la gente honrada que curra cada día, vive con lo que tiene y mantiene la codicia a ralla. La pasta. Siempre la pasta. ¿Nos damos cuenta de cómo el dinero acaba arruinándolo todo? Hasta las causas más nobles. Da la impresión de que está saliendo a flote toda la porquería generada por la burbuja inmobiliaria de marras, de aquel naufragio, estos lodos. Arribistas, alcaldes de mano larga, prohombres de la cultura con coches de lujo y demás fauna que está siendo detectada y juzgada.

Lo siento, pero no puedo estar apenado. Ya sabemos que hay más y quizás no los pillen. Pero, como dice mi madre: «las cosas mal hechas siempre están mal hechas». Una especie de maldición según la cual, si eres una mala persona, la vida te pasará factura. En Catalunya, en Alburquerque, en Costa de Marfil y en la Conchinchina.
Catalunya

Se acabo el «Silenci?»

Jueves, 8 de enero de 2009

Por más vueltas que le doy, no logro entender porque han quitado el programa «Silenci?» de la programación del Canal 33 en la televisión catalana. Después de siete años demostrando que la cultura puede ser atractiva en televisión, si la sabes contar bien, les han echado el cierre al chiringuito. No creo que la tele vaya tan sobrada de programas «referencia» como para frivolizar con ellos, pero desconozco los motivos.

Tan solo puedo aplaudirlos (hasta en la fiesta de despedida, con envío de cenizas incluidas) son alternativos y lúcidos. El oasis apalancado catalán, pierde un más que digno altavoz. También, a la venta, el libro de los siete años donde tengo el honor de participar con un dibujito. Estoy seguro de que las cabezas pensantes de «Silenci?», nos volverán a sorprender. Que olviden el funeral y den a luz otra criatura.

Se acabó el Silenci? #1
Se acabó el Silenci? #2

A Madrid

Miércoles, 10 de septiembre de 2008

Me voy a Madrid a vender el «género». Como se ha hecho toda la vida. Como los representantes de comercio. LaSexta presenta el jueves su programación, coincidiendo con la Diada Nacional de Catalunya. Un detalle.

Por eso no podré estar en el programa especial de los 25 años de Tv3. Me sabe mal, porque me habían invitado y hubiera visto a Oriol Grau por primera vez en acción como nuevo directivo de la cadena. ¡Qué vueltas da la vida! De Palomino a directivo. Oriol fue mi compañero durante muchísimos años en la radio y en la tele, así que le deseo lo mejor.

Les he mandado un video cargado de cariño. «Mientras vosotros estáis de fiesta, yo estoy trabajando. O sea, que no aprendo. Cuánto más grande, más tonto». Una vez en Madrid, me pasaré por El Hormiguero de Motos. Espero que no me electrocute, ni me hagan comer nada que no haya aprobado la OMS.

Pues eso. Salgo de Catalunya. Ya veo los peajes. Las cuatro barras de la senyera catalana, deberían llevar bordado en oro (el que han ganado), un peaje. Es lo que más nos representa. Y encima dicen que no nos rascamos el bolsillo.
A Madrid

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