Muy atentos

Miércoles, 23 de mayo de 2012

Siempre hay que estar atentos a todo lo que pasa y, ahora, más. Cada boletín informativo en la radio, cada edición digital de un periódico serio es un sobresalto. El mundo da dos o tres vueltas sobre su eje, cuando antes solo daba una. No hay noche ni día fijos. Reuniones en Norteamérica, mientras aquí dormimos… Pactos secretos, mientras nos cuentan otra cosa. Hay que discriminar el miedo y la especulación de la información real. Hay que escoger a quien creerte. Escuchar lo justo, hacerlo bien, pensar, no cabrearte demasiado y seguir ilusionándote con tu día. No hay otro camino.

No es cierto que todos los tertulianos hablen de lo que no saben. Existen algunos brillantes que señalan las costuras que están reventando de esta Europa que solo se cree Merkel por la pasta que le deben. Hay que pasar por encima de la dialéctica política en espiral y sus cortinas de humo (lease Espe y su ataque súbito de españolismo). ¿De verdad se cree que ahora lo que le importa a España es si silbarán al Rey? Ojalá tuviera cuatro ojos (así me llamaban en el cole) para verlas venir y aplicar todo lo que he escrito. Porque lo pienso, pero me cuesta aplicarlo. Como a todos. Y, además de todo eso, hay que preparar el próximo proyecto. Porque comunicar es lo más importante para mi. Y explicar, parodiar, desenmascarar todo lo que está pasando es apasionante. Y reír, una bendición. Todo junto, en una coctelera y a disfrutar… ¡Vamos!

4 ojos

Las cajas negras

Domingo, 20 de mayo de 2012

Atención, metáfora: puede que lo de Bankia sea la caja negra donde encontremos la explicación del batacazo económico de este país, de ese accidente que ha descacharrado nuestra economía hasta dejarnos averiados en la cuenta de Europa y del mundo. En esa caja negra encontraríamos la contrastada inoperancia de los políticos cuando se meten a banqueros. Si los banqueros ya no saben hacer bien de banqueros, imagínate a los políticos…

Lo primero sería reconocer el accidente (dignificando a sus víctimas, que somos todos) y no marear más la perdiz. Ese Rodrigo Rato diciendo que la deja bien es de vergüenza ajena. ¡Pero si se sabe todo! ¡Si las cuentas supuran activos tóxicos! ¡Si casi no queda un banco bueno! ¿A quién quieren engañar? El Gobierno la va a rescatar. Se le ve a la legua y, otra vez, enmascarar esas y otras intenciones no hará otra cosa que encender aún más a la gente.

Reconoce el error, pasa de la imagen exterior y de los mercados. Ponte a trabajar en una dirección clara, sanea el maldito sector bancario y reactiva las financiaciones para que el tejido empresarial pueda respirar, para que la sociedad pueda plantearse un futuro a corto plazo.

Si no se va de cara, lo de Bankia es una caja negra o, algo peor, una caja de Pandora versión Tim Burton de donde van a salir tempestades. Y, por favor: bájense los sueldos, que hay cinco millones de parados. Muchas gracias.

«El Berenjenal» en Interviú.

Los peajes #noquieropagar

Jueves, 10 de mayo de 2012

¿Cómo se va a arreglar la crisis de los peajes en Cataluña? Poniendo más peajes por toda España. Curioso método liberal de patada y para delante. El cabreo catalán de las autopistas está más que justificado. Se ha ido soportando en silencio durante décadas y ahora ha explotado. Normal. Cataluña tiene uno de cada cinco kilómetros de autopistas de todo el país.

Recuerdo cuando yo era pequeño, en los setenta. Nos dijeron que no había recursos y que había que financiarla a través de una concesionaria que la explotaría durante 25 años. Nos lo creímos, estábamos construyendo la modernidad. Pero el tiempo ha pasado, la concesionaria se forra y el Gobierno ahora es más dependiente que nunca de los impuestos del maldito negocio de las barreritas. Un Gobierno (el catalán) sibilino y escurridizo ante el marrón que dice: «Entendemos el malestar». Puede que lo entienda, pero ahora veremos cómo soluciona el conflicto.

Josep Casadellà fue el conductor que encendió la mecha con su negativa a seguir pagando por conducir. Pero el polvorín del hartazgo hace muchos años que ha ido creciendo. La crisis solo ha destapado y recrudecido lo que vergonzosamente se ha venido arrastrando. Me sumo al #noquieropagar o propongo una revisión del eslogan: #noquieropagarportodo.

«El Berenjenal» en Interviú.

Negar la rabia genera más rabia

Jueves, 5 de abril de 2012

Caminé por Barcelona horas después de la manifestación del pasado jueves, huelga general. Vi un cajero destrozado y una pintada enorme con pintura roja: RABIA. Ya sabemos que esa violencia no va a ninguna parte, pero no olvidemos que la protagonizan los exaltados de siempre. Los que se confunden entre una masa legítima, ruidosa, cabreada, que se quiere hacer oír. Esa masa bien podría hacer suya solo la palabra RABIA. Rabia, impotencia,… Negar eso desde las instituciones, obviarlo o menospreciarlo sólo alimenta la espiral. La gente (que no es tonta) sabe que hay que apretarse el cinturón, pero, ojo, no va a tolerar que esto se haga injustamente. Es decir, perdiendo derechos básicos y cargando sobre los más necesitados. Es de cajón.

Los bancos siguen en el ojo del huracán, donde se han metido ellos solitos, y el Gobierno debe demostrar que le importa más su país que aprobar con nota en eso tan abstracto que se llama Europa. Si no lo hace, la RABIA (que no desaparece, más bien se transforma) seguirá suministrando energía al pueblo cabreado. Yo no hubiera hecho una huelga. Las manifestaciones bastaban para expresar lo que piensa la mayoría de la gente. Y lo que piensa ha quedado muy claro.

«El Berenjenal» en Interviú.

El vandalismo

Lunes, 2 de abril de 2012

Mucho me temo que el vandalismo es inevitable. ¿Cómo vas a evitar que unos cuantos exaltados se camuflen entre casi 300.000 personas? El Ayuntamiento de Barcelona dice que son una minoría pero que no son pocos. Ahí ya me pierdo. ¿De qué estamos hablando? ¿De una «minoría significativa»? Sea como sea, está claro que no nos gusta ver nuestra ciudad con las huellas de los ataques, pero tampoco nos gusta la situación. La gente está muy cabreada, el horizonte se estrecha y las medidas del gobierno, además de duras, parecen sospechosas. Y de la sospecha a la rabia, por parte de los que ya no tienen nada que perder porque lo han perdido todo.

Ahora, más que nunca, hacen falta políticos que comuniquen con honestidad el rumbo inevitable de los cambios. Cambios, que deben afectar a TODOS. No necesitamos líderes paternalistas, ni que nos peguen la bronca. Necesitamos líderes con ideas claras y espíritu conciliador. ¿Conocen alguno?

El vandalismo

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