David Broncano va a tener su propio late show («La Resistencia»), muy pronto en Movistar . «Se veía venir», publiqué en Twitter. Se veía venir, diría, desde el primer día en el que le conocí.
Me sorprendió su estilo, aparentemente anárquico y poco ortodoxo, que en realidad es una trampa. Broncano tiene ángel. Conecta inmediatamente con el espectador. Los primeros días no salía de mi asombro. Quizás sea bueno recordar que Broncano es mucho más responsable, concienzudo y maduro de lo que su «personaje» transmite. Y ahí está una de las claves de su progresión: es un hombre mayor, con su cabeza parcialmente de mayor en el cuerpo de un joven. Es un profesional que toma buenas e importantes decisiones (sabe decir No a lo que no le gusta o no le conviene), tiene criterio, dirige respetuosamente aunque pueda parecer que todo le resbala o que pasaba por aquí. Y encima sabe equilibrar todo eso. Sabe enloquecer, desbarrar rodeándose de buenos compañeros, para luego parecer un joven respetable. En ese juego siempre desconcertante, siempre sorprendente, siempre gamberro, vive la comedia, su comedia.
Recuerdo que a los pocos meses de colaborar ya comenté con mi equipo que este hombre se merecía un «late late». Porque, no es por nada, eso se nos da bastante bien a la gente de El Terrat. Sabemos detectar el talento e intentamos apoyarlo al máximo, sin concesiones ni paternalismos. Nos pusimos en marcha y ahí entra Movistar que nos puso la pista de despegue. Así las cosas, en un país donde no hay late shows, Movistar va a tener dos. No puedo estar más contento como fan y practicante de este formato. Creo que Broncano y su equipo lo van a hacer muy bien. Creo que vamos asistir a su consolidación, pero asistiré con orgullo a ese gran momento que se avecina.
Le echaré de menos en plató, claro, pero esta es otra de las constantes de El Terrat: disfrutar de los buenos y luego ver como se consagran. Llega la hora de Broncano. Suerte compañero.