En la Academia

Miércoles, 21 de enero de 2009

La Academia de la Televisión me dedica su portada del último número y no puedo hacer otra cosa que sentirme agradecido. Es una buena entrevista, la de Sara Pulido. Una joven/vieja conocida que ama la tele y la explica con rigor y con cariño. Me pidió algunos de mis dibujitos y acepté encantado claro.

Las fotos son de César Núñez. Me gusta esa pose como de «perdonen que les moleste, pero ¿se puede pasar?», de la portada. Se trata de eso, ¿no? Entramos en las casas cada noche y nos dedicamos a entretener al personal. Tan fácil y tan difícil.

Somos muchos, por otra lado, los que seguimos apoyando a la Academia en su lucha (titánica) por unificar y mejorar la profesión. Otros, no se la creen. Es su problema.
En la Academia

Un lujo

Martes, 9 de diciembre de 2008

El lujo de poder contar con Revilla como «colaborador mensual» del programa. El lujo de que te pregunten: «¿Cómo ves la entrevista? El presidente es un gran aficionado a la pesca». El lujo de garabatear un muelle en un papel y pasarlo a mi equipo. El lujazo de descubrir más tarde que los compañeros de atrezzo, lo han hecho mucho mejor de lo que yo hubiera imaginado. El lujo de hablar sin prisas con Revilla. «33 minutos», pude leer en un monitor. ¡Llevábamos 33 minutos de entrevista! Bueno, ¿y qué? Seguimos, nos reímos y pude notar ese pinchazo especial que te está diciendo «esto es la televisión que me gusta hacer». Libre, creativa, que estruja y saca hasta la última gota de las posibilidades que da el medio. Y mañana, a superarnos.

Por eso me maquillo cada tarde y me emociono. A pesar de los presagios agoreros y apocalípticos para el 2009. A pesar de la tele que ves y que se supone que funciona. A pesar del apagón del 2010. Yo sigo en esto para poder subirme a un muelle de madera y ponerme una guitarra al lado, por si me animaba. Sigo en esto porque me rodea el equipo más completo y experto que jamás he tenido. El pesimismo no entra por la puerta de nuestro plató. Nosotros «hacemos cosas». Nada malo puede pasarnos.
Un lujo

Pujol

Lunes, 3 de noviembre de 2008

Desde el punto de vista del programa, puede que Jordi Pujol sea uno de los mejores invitados que jamás hayamos tenido. Y también uno de los que más se ha hecho esperar. El jueves pasado, fue la primera entrevista que le he hecho en televisión y, si tenemos en cuenta que empecé en esto allá por el año 1995, pues no está mal la espera. Hay que decir que el ex President de la Generalitat siempre se disculpó y argumentó su negativa. Incluso llegó a invitarme a comer para explicármelo. Sin embargo, algo cambió desde el programa 500 en el que apareció por teléfono y se comprometió a venir. Y cuando Pujol va a un programa, sabe administrar su encanto, sabe jugar y dejar jugar (mucho más ahora, que cuando era presidente) y, en definitiva, se comporta tal como esperamos los que hacemos televisión.

Pujol (al que muchos siguen echando de menos, sobretodo en su partido), representa una parte de la historia de Catalunya y de España del último cuarto de siglo. Tenerlo, allí en el sofá, después de tantas gestiones y comprobar el resultado entre la audiencia, es un motivo de orgullo para un programa de cómicos. Quedaría mejor o peor, la entrevista. Pero se hizo lo que se pudo. Y allí estaba.
Pujol

La normalidad

Sábado, 21 de junio de 2008

Con Eva
Esta es una imagen de la «normalidad», aunque la palabra a veces no me gusta demasiado. «Normalidad», aquí, significa que Eva Hache viene al programa y sin ningún problema repasa sus tres años en la trinchera de la madrugada. Y la recibimos con cariño, como deben ser recibidos los buenos compañeros. Las rivalidades se las inventan otros. Nosotros sabemos lo que significa dejarse la piel con los chistes. Mucha suerte Eva.

Lo que no es tan normal es que Javier Sardá, que acaba de publicar un libro, no quiera venir al programa. Suelo respetar las negativas de los invitados, pero en este caso se me antoja que no, viene cargado de falta de compañerismo. Nadie como Sardá para conocerme (trabajamos cinco años en la SER juntos).

Nadie como él, para saber lo importante que son los buenos invitados en programas como el nuestro. Seguiremos con nuestra línea de buenos contenidos. Al menos, lo intentamos. Aunque la trastienda del programa, está llena de miserias, sorpresas, bajezas y una falta de unidad en esta parodia de show business que es la industria del espectáculo en España. A veces es descorazonador, pero a los cinco minutos te vienes arriba. Soy tan tonto que me gustaría que todos fuéramos amigos, nos respetáramos, nos ayudáramos y tomáramos unas cañas. Por lo que parece, no puede ser. Bueno. Pues vale.

Firmar y firmar

Miércoles, 18 de junio de 2008

La última firma de la temporada, la vivimos en la Feria del Libro de Madrid. Genial. Mejor, diría yo, que el año pasado. El público madrileño es sensacional y agradecido. Y cariñoso. No dejan de animarnos para que sigamos fabricando risas. Me regalan de todo (hasta unos calzoncillos). Hay cariño y respeto.
Feria del libro de Madrid
La Feria del libro ya se ha convertido en una cita ineludible. Coincidí con el gran Risto en el stand. No paré durante dos horas. Y, luego, me compré un libro de caligrafía y pintura china. Para seguir escribiendo en casa. No tengo remedio. (Ah, jugaba España, pero como si nada).


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