He visto la Luz

Jueves, 29 de noviembre de 2007

Y me alegro un montón.
Luz Casal, está de vuelta. Más joven y sabia. Ha superado su enfermedad con fuerza, honestidad y optimismo. Y, encima, vuelve cargada de canciones y proyectos. Otra lección de la gallega incombustible que gana con los años.

Cuando entró en nuestro plató, recibió el aplauso más largo y sincero de la temporada. Esas cosas se notan. Un aplauso cargado de cariño y respeto, de parte de sus aficionados. Tengo ganas de volver a verla en directo y le agradezco, como siempre, que nos escogiera para contar todas esas cosas que le pasan por la cabeza y que no tienen nada de tóxicas. Al revés: la música cura.

4 días de noviembre

Lunes, 19 de noviembre de 2007

La vida pega acelerones. Se encabrita como una moto trucada y todo empieza a ser, mucho más interesante. En los últimos cuatro días he vivido más que en todo un año.

El jueves, la entrevista con Zapatero. El viernes, la presentación de la nueva entrega solidaria de Kukuxumusu y El Terrat el sábado, un aterrizaje sabroso y humano en el paraíso donde vive Karlos Arguiñano, que se llama Zarautz. Hoy, cuando escribo esto en mi casa de Barcelona, no sé si lo he soñado o realmente me lo he buscado yo solo. Está claro que es lo segundo y, una vez más, me siento un privilegiado.

Entrevista con Zapatero

Lo de La Moncloa fue un subidón para el programa, para la cadena y para mí mismo. Algo así como un premio a tantas y tantas noches de esfuerzo y risa. No soy yo el que deba valorar la entrevista en sí misma. Ni tampoco creo que se tercie un análisis exhaustivo. Yo, personalmente, me quedo con el momento de charla tranquila y sosegada que se generó. Con el paso adelante de un presidente que, sin condiciones ni supervisiones, abrió las puertas del mayor centro de poder del país a un programa de humor. Ni yo soy Larry King, ni aquel era el día para ganar un Pullitzer. Así me lo planteé. Con mis nervios y temores, claro. Dejándome caer en los brazos de la responsabilidad, la improvisación y el buen rollo. Así es como soy. Para lo bueno y para lo malo.

Zapatero me pareció un hombre que ama su oficio. Que es plenamente consciente del cargo que ocupa y que disfruta explicando el engranaje de la democracia. Creo que es más feliz trabajando para España que peleándose por ella. Sabe lo complejos que somos todos los depositados en este territorio y está por guardar la tranquilidad para pensar en lugar de chillar. Para arrimar hombros en lugar de lanzar dardos. No personaliza el poder. Siempre habla del «gobierno». De un plural que vive en su cabeza. No entró en valoraciones políticas, pero los que le atacan por falta de personalidad, están errando la estrategia.
Como ya vieron, me nombró vicepresidente in pectore. Lo primero que voy a hacer es dimitir. Porque lo mío es la risa. ¿O se creará un ministerio de la risa? A lo mejor ya existe. ¿Transportes?

Kukuxufuente

«Kukuxeando»
El viernes, le dimos otro empujoncito a Cromosomos. Nuestras camisetas solidarias con Kukuxumusu. Visité sus oficinas en Pamplona. ¡Qué cara de buena gente tiene todo el mundo¡ En esta segunda entrega, vamos a dedicar todo lo que ganemos a la Fundación Gaztelan, que lucha por encontrar un trabajo a los más desprotegidos. Cada vez que contacto con organizaciones así, me reconcilio con la condición humana. A comprar camisetas como locos. ¡Es una orden!

Urmeneta me invitó a un chuletón que fue aplaudido al salir de la cocina. Y hablamos de nuestras cosas y comprobé la generosidad de los «kukuxus» que me hace considerarlos amigos de verdad. Mi alianza con Mikel, volverá a «explotar» muy pronto. Nos espera «Hell and heaven». Ya les contaré, ya. La vamos a seguir liando.

Con Karlos Arguiñano

«El maestro»
Y luego, a ver al maestro. Maestro de vivir, de hacer tele y de acoger. Karlos Arguiñano. El tipo más divertido de España que es mucho más que un cocinero. Nos invitó a la matanza de un cerdo en su caserío. «Se llama Buenafuente», anunció. Y se descojonó. Como solo él sabe hacerlo.
Con Arguiñano, estás agusto en cinco minutos. Te cuenta las cosas como si fuera la primera vez que las dice. No le importa quien eres, ni qué haces. Te da su risa, su sabiduría cotidiana y aplastante. Con esos sesenta años que son la envidia de los que todavía nos creemos jóvenes.

Así es que comimos y reímos y renové mi amor por Euzkadi. Posiblemente la tierra más bonita de España. Quise hacerme una foto, en la capilla sixtina de la cocina televisiva. Me puse el gorro y, de repente, me sentí feliz. A ver si es que tiene poderes. Gracias Karlos.

Camino de La Moncloa (3)

Miércoles, 14 de noviembre de 2007

Hoy dormiré en Madrid. Mañana, muy pronto para un humorista, iremos a La Moncloa para la entrevista con el Presidente. Me dice el Follonero: «Va a ser la primera entrevista que concede después del incidente con Chávez en Chile». Más responsabilidad.
Es el momento de recordar que no tengo la carrera de periodismo. Así que me he arropado con mi equipo y me llevo un puñado de preguntas, algo de olfato y mi experiencia que siempre va conmigo.

Presifuente

ZP presentó ayer en Madrid, la biografía que ha escrito Suso de Toro. Compruebo que EL PAIS le mete un poco de caña. «La política entra en la academia de la lengua», titulan. Ya sabemos que PRISA está rebotada con el gobierno Zapatero por lo de la guerra del fútbol. ¿Puede cambiar la orientación periodística de un grupo, por motivos empresariales? Se ve que sí y me desanima comprobarlo.
Una frase enigmática del mencionado libro. «El poder es exactamente tal como me imaginaba». Otra más del Presidente que recuerdo de otra entrevista escrita: «La política es el arte de cambiar las cosas». Un más de Darío Fo: «El poder no tiene sentido del humor».

Espero que mañana pueda aclarar y desmentir. Y también divertirme y vivir la experiencia. Las cosas pueden ser más fáciles de lo que creemos. Creo que esto es budista. No sé. Vaya lío llevo.

Camino de La Moncloa

Sábado, 10 de noviembre de 2007

Entrevista de Javier Salsa del diario Público, en mi «camino de la Moncloa».
Ahí va.

Dos privilegios, dos retos o dos marrones. El presentador Andreu Buenafuente puede dar la campanada si sale vivo tras la semana que le espera: el día 15 de noviembre entrevista al presidente del Gobierno y el 21 presenta la criticadísima gala de los premios de la Academia de TV.

¿Cómo afrontas el reto de entrevistar a Zapatero?
Con mucha ilusión, claro, como debería tomárselo un humorista como yo que tiene la grandísima ocasión de entrevistar al primer personaje público del país.

¿Cómo quieres que sea la entrevista?
Intentaré que la cosa me quede graciosa y a la altura de mi edad, sobre todo esto último (risas). Intentaré que sea divertida para el público, pero sin dejar de hablar de los temas que importan y que están en el candelabro.

La entrevista no será en tu terreno, sino en el del entrevistado, La Moncloa.
Meterte en las entrañas del poder debe de impactar, aunque sólo sea por la escenografía. Pero esto demostrará que el humor tiene sitio en todos los ámbitos y que la risa rompe cualquier tensión. No voy allí a ganar el Pulitzer, sino a satisfacer a mis espectadores.

¿Te habrías atrevido a ir a La Moncloa con Aznar?
Sí, se lo pedimos muchas veces y nunca aceptó. Y a Rajoy también se lo hemos propuesto y aún estamos esperando: no ha dicho ni sí, ni no.

¿Irías a Génova?
Si él puede venir al plató, mejor ¿no? Si tengo que ir, pues voy, pero el público se queda muy solo sin mí.

¿Temen los políticos acudir a espacios de humor?
Sí, desde luego. La clase política no se siente cómoda, pero se equivoca al negarse. Al aceptar, Zapatero está dando un paso adelante que muchos querrán seguir. Seguro que se nos ofrecerán muchos ahora… ¡pero no hay sitio para todos, amigos!.

¿Tienes algo preparado?
Estrenamos una sección, Dile al presidente que…, en la que la audiencia me propondrá preguntas para que las lleve en mi capazo. ¡Qué bonita palabra, capazo!

Además, presentas la gala de los premios de la Academia de la TV.
Sí, se me ha girado el mes que da gusto. Se me acumula el trabajo, curro no va a faltar. Pero me lo pidió el presidente de la ATV, Manuel Campo Vidal, y no me pude negar.

Entrevistar

Martes, 10 de julio de 2007

Dice Juan Cruz en su web: «En las entrevistas uno ha de ser humilde y receptivo, y no ha de traslucir ante el lector las impresiones fugaces que se haga de las personas. Una entrevista nace de una relación de lealtad. La deslealtad se paga con el olvido». Totalmente de acuerdo contigo, AMIGO. ¡Qué sabio, Juan Cruz! Y como disfruté en la presentación de su «Ojalá Octubre», en Barcelona.

Juan es uno de los mejores entrevistadores que he conocido jamás. Por su curiosidad respetuosa, por su capacidad de saber escuchar lo justo, preguntar lo preciso y radiografiar hasta la médula a sus interpelados. Es generoso, detallista, un eterno buscador de felicidad y emociones. Todo eso se transmite en sus textos para EL PAIS que son puro amor al periodismo.

Lo de entrevistar es una de las cosas más difíciles con las que me he encontrado en la vida. Yo no soy un periodista, así que tengo algo parecido a una excusa en mi programa. Yo soy un anfitrión. Soy un «climatizador» (debo crear un clima confortable y transmitirlo). Puedo decir, orgulloso, que guardo una excelente relación con todos los personajes que han pasado por mi mesa. En algún caso, se han convertido en amigos. Es uno de los patrimonios que me quedarán el día que me retire.

Un entrevistador, nunca debe creerse más importante y listo que el entrevistado. Jamás. Todo el mundo tiene algo que aportar al espectáculo. Todos somos complementarios y nos necesitamos. Un entrevistador debe mirar a los ojos de su acompañante. Debe escucharle y olvidar los papeles. Y el entrevistado, el visitante, debe entender que no es de recibo mostrarse cerrado y desconfiado. Para eso quédate en casa. Una entrevista televisiva es un espectáculo de la palabra, servido por dos personas. Repito: dos personas. Lamentablemente no siempre se cumple, pero resulta apasionante intentarlo cada noche y persistiré en el intento. Siempre buscando la gran entrevista, como los surferos esperan la gran ola.

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