Perder la cabeza de tanto pensar

Miércoles, 18 de julio de 2012

Parece un hombre sin cabeza, pero es un hombre que piensa. O quizás ha dejado de hacerlo después de darle tantas vueltas a las cosas, a las mismas cosas de siempre, de las que un 90% escapan a nuestro control.

Los bancos han dejado de ser esos sitios donde nos daban duros a cuatro pesetas y creíamos financiar nuestra felicidad. Ahora son sitios vacíos donde sentar nuestro silencio y pensar nuestro próximo paso. Decía Emili Teixidor que la felicidad reside, también, en ignorar todo lo que no nos gusta y nos perjudica. Quizás si lo aplicáramos más, nos sentaríamos menos en los bancos.

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Perder la cabeza

Reyes de nada, bufones si nos dejan

Martes, 10 de julio de 2012

Estuvimos en el circo para rodar un reportaje. Por entonces teníamos programa. La escena es un clásico que funciona muy bien para el público infantil. Hablamos de payasos, claro. Hay un payaso serio que intenta engatusar a otro y este otro a un tercero. «Yo te proclamo reina de las abejas», decía en un momento dado. Y le ponía una capa y una corona reparada con cinta aislante de color negro. Carreras, caídas, risas y toda la dignidad del circo que revivimos por dentro. No somos reyes de nada. Acaso bufones a la menor ocasión. Es más divertido.

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Reyes de nada, bufones si nos dejan

El retroceso

Martes, 3 de julio de 2012

Este hombre duerme como puede en la entrada de una antigua tienda de moda, en la céntrica calle Caspe de Barcelona.

Pasé muchos años de mi vida delante de esta tienda, camino de la radio donde me formé, donde disfruté, donde soñé… Era una tienda elegante, «fina», con maniquíes desafiantes en el aparador que te enseñaban como se tenía que encarar el día a día. Un poco cara también…

Ahora todo esto ha desparecido y esta foto es una maldita metáfora del retroceso y de la degradación. La crisis tumbó el negocio, la elegancia se fue por la puerta y en esta misma puerta se instaló la necesidad y el abandono. Hacer la foto me costó, como siempre. Si sirve para remover alguna conciencia valdrá la pena toda la tristeza que me provocó.

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Retroceder

Gato malo

Miércoles, 13 de junio de 2012

Los gatos me atraen de la misma manera que me provocan miedo. Los fotografío a la que puedo. Este era especialmente arisco, malo, como salvaje. Quería darse un festín y allí estaba yo dando por el saco con mi camarita. Su mirada lo dice todo. Es odio puro. Creía que ya lo tenía pero se lo mandé a mi amigo Josep Maria Linares y él me la devolvió peor.
Recomiendo visitar sus fotos, porque no solo sabe agrandar ojos de gatos. Sabe hacer muchas más cosas con la fotografía. Y todas son buenas.

Gato malo I
Gato malo II

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