Estuvimos en el circo para rodar un reportaje. Por entonces teníamos programa. La escena es un clásico que funciona muy bien para el público infantil. Hablamos de payasos, claro. Hay un payaso serio que intenta engatusar a otro y este otro a un tercero. «Yo te proclamo reina de las abejas», decía en un momento dado. Y le ponía una capa y una corona reparada con cinta aislante de color negro. Carreras, caídas, risas y toda la dignidad del circo que revivimos por dentro. No somos reyes de nada. Acaso bufones a la menor ocasión. Es más divertido.
«Fotodiario» en El Periódico