Buscaba una foto adecuada para reflejar lo que uno siente cuando terminan las vacaciones, el descanso, la desconexión real y lo que procede es volver al ajetreo. Ajetreo buscado y querido, pero ajetreo.
Creo que esta foto es la adecuada: una vaca parsimoniosa, lenta y tranquila viendo a lo lejos, una fuente de energía que por alguna razón la atrae. Y se la queda mirando un buen rato, entre la atracción, el estupor y el interés.
Así es como me he sentido en las últimas horas. La fuente de energía es la agenda de trabajo que tengo por delante y que ya sale reflejada en mi teléfono. Ahí veo la nueva temporada del programa ‘Futuro Imperfecto’; la vuelta del ‘Nadie’; algún ‘Chicken’ especial y espectacular; otra vuelta, la de ‘El Tenoriu’ al teatro y algunas cosas más en 2026 de las que te exigen todo lo que les puedas dar.
La cosa está así en El Terrat por lo que a mi se refiere. O sea, una temporada completa, intensa y exigente que solo hay una manera de encararla: con buen humor y, por supuesto, acompañado de unos equipos que me sostienen y me hacen mejor. Es lo que voy a hacer, mientras rumio (nótese lo acertado del verbo), como seguir disfrutando de lo que me gusta, señalando y riéndome de lo que me indigna y subrayando la bondad de la gente amable, cariñosa como por ejemplo usted que está leyendo esto.
