Llegar y besar el santo

Viernes, 12 de febrero de 2010

Ha sido llegar y besar el santo Wyoming. Llevaba todo el día ensayando y los amigos de «El intermedio» me invitaron otra vez. Se trataba de sorprender al jefe y besarle. ¡Cómo me iba a negar! Wyoming besa con fuerza. Rudo y masculino. Yo no sentí nada.

Llegar y besar el santo

Por lo demás, ahí andamos con la gala de los Goya. Todo el mundo me pregunta si estoy nervioso. Hombre, pues claro. Empieza la cuenta atrás.

Un botón

Lunes, 8 de febrero de 2010

Nada pasa por alto a los seguidores del programa. Cuando digo nada, quiero decir nada. El otro día «Galimatiax» colgó en Twitter un momento en el que se aprecia como se me desabrochó un botón de la camisa, dejando al descubierto mi lozana barriga. Yo también me di cuenta a través del monitor. Pensé: «no lo notarán».

Un botón

Pocoandreu

Miércoles, 3 de febrero de 2010

Un seguidor dice que no ha podido evitar «pocoyohizarme» o algo así. Muchas gracias. Por cierto que mantengo contacto con el Pocoyó original y muy pronto sabréis por qué. Hasta aquí puedo escribir/leer.

Pocoandreu

Mi padrino

Miércoles, 13 de enero de 2010

Con Gala

Mi padrino televisivo se llama Antonio Gala. Nunca falla. Vino el primer día de nuestra pequeña/mediana historia como programa y siempre está a punto para cualquier celebración. La última fue el pasado lunes con motivo de los cinco años en antena. «He venido por amor», me dijo. Y yo lo valoro enormemente. Porque en esta época de prisas, superficialidades y tele fast food, tiene mucha importancia haber hecho un amigo. Y un amigo como Gala, ojo. Descarado, ingenioso, rápido, culto, listo… Lo tiene todo.

«Que fino es Gala», me decía un espectador al día siguiente. Fino por mordaz, incisivo y atrevido. Un hombre que lo tiene todo, pero se permite la licencia de ir a «jugar» a la tele. Mi agradecimiento eterno. Y, por supuesto, también a todos los seguidores que nos mantienen en pie.
En esto de la tele (parece una perogrullada) si no te ven no eres nadie.

Venga, vamos

Lunes, 11 de enero de 2010

Vale, hace mucho frío, pero hay que volver a la trinchera de la madrugada. Parece que todo está helado, paralizado, con resacón, empachado, pero no es así. Siempre hay algún brote verde (u ocre) donde agarrarse y, a partir de ahí, tirar de la madeja de los chistes y vuelta a empezar. Nos hemos pegado unas buenas vacaciones, pero las necesitábamos.

Yo me he ido a Nueva York tantos días que casi me empadrono. Más adelante hablaré de la proverbial hospitalidad de Mikel Urmeneta que consigue hacer de La Gran Manzana una pequeña mandarina. Gracias a todos los seguidores desvelados con los que me he mantenido en contacto a través de Twitter. Destaco el mensaje de fin de año de mi amigo Jaime Muñoz: «2010 y los coches sin volar». Tiene razón. Lo único que vuelan son aviones que aterrizan en aeropuertos emparanoiados. Más vale no hacer el tonto que te enchironan.

Por lo demás, mucha comida, mucho andar y mucho, mucho frío. Parece que el cambio climático se ha tomado unas vacaciones y ha hecho frío. ¡Como tiene que ser! Ahora nos vamos a arremangar (lo justo), para volver al aire con programas nuevos y relucientes, llenos de ideas que nos han traído los Reyes. No sé si son magos, pero son los únicos que trabajan en Navidad. Hasta ahora.

Venga, vamos

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