El retroceso

Martes, 3 de julio de 2012

Este hombre duerme como puede en la entrada de una antigua tienda de moda, en la céntrica calle Caspe de Barcelona.

Pasé muchos años de mi vida delante de esta tienda, camino de la radio donde me formé, donde disfruté, donde soñé… Era una tienda elegante, «fina», con maniquíes desafiantes en el aparador que te enseñaban como se tenía que encarar el día a día. Un poco cara también…

Ahora todo esto ha desparecido y esta foto es una maldita metáfora del retroceso y de la degradación. La crisis tumbó el negocio, la elegancia se fue por la puerta y en esta misma puerta se instaló la necesidad y el abandono. Hacer la foto me costó, como siempre. Si sirve para remover alguna conciencia valdrá la pena toda la tristeza que me provocó.

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El vandalismo

Lunes, 2 de abril de 2012

Mucho me temo que el vandalismo es inevitable. ¿Cómo vas a evitar que unos cuantos exaltados se camuflen entre casi 300.000 personas? El Ayuntamiento de Barcelona dice que son una minoría pero que no son pocos. Ahí ya me pierdo. ¿De qué estamos hablando? ¿De una «minoría significativa»? Sea como sea, está claro que no nos gusta ver nuestra ciudad con las huellas de los ataques, pero tampoco nos gusta la situación. La gente está muy cabreada, el horizonte se estrecha y las medidas del gobierno, además de duras, parecen sospechosas. Y de la sospecha a la rabia, por parte de los que ya no tienen nada que perder porque lo han perdido todo.

Ahora, más que nunca, hacen falta políticos que comuniquen con honestidad el rumbo inevitable de los cambios. Cambios, que deben afectar a TODOS. No necesitamos líderes paternalistas, ni que nos peguen la bronca. Necesitamos líderes con ideas claras y espíritu conciliador. ¿Conocen alguno?

El vandalismo

Los bancos

Martes, 27 de marzo de 2012

Puede que no haya un trabajo más ingrato, actualmente, que el de banquero. Los banqueros no gustan ni a los propios banqueros. Tampoco es que ellos hayan puesto mucho de su parte. El “crash” financiero mundial y todas sus interminables consecuencias empezaron por la ambición desmedida de los que guardan el dinero e intentan a toda costa que se reproduzca. Ahora la tortilla ha dado la vuelta y la rabia de la gente sale por todas partes. En esta pared, una antigua prohibición se convirtió en denuncia, fruto de esa rabia.

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Los bancos

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