Ya nos veremos
Sábado, 1 de agosto de 2009
El placer de viajar al pasado
Miércoles, 29 de julio de 2009
El omnipresente Mikel Urmeneta nos hizo esta foto a la expedición «Atapuerca». En el centro, los míticos Juan Luis Arzuaga y Eudald Carbonell que nos hicieron de guías de lujo por todo el recorrido. Acabamos admirando todavía más su labor y su proyecto. Atapuerca es la mina donde están todas las pruebas de nuestro pasado. Un laboratorio de fósiles y piedras, donde una gente entregada y apasionada, desempolvan con mimo cualquier evidencia. Son investigadores de la historia. Fue un placer recorrer las instalaciones, entrar en las cuevas, charlar y conocer su labor. Muchas gracias.
La camiseta de este año
Miércoles, 15 de julio de 2009
Ya ha llegado «John Lemon», la camiseta de éste año. Cada verano me he propuesto mandar una con algún dibujo mío y así comunicar a mis amigos y conocidos que me acuerdo de ellos. La respuesta de los destinatarios me anima a seguir. Porque una camiseta siempre es una camiseta. ¡Qué grandeza tiene una simple prenda! Me mandé una a mi mismo para «recordarme», que nunca está de más. Pues eso: que feliz verano a todo el mundo, que ustedes esquiven la crisis como se esquivan a los esquiadores novatos que bajan por las pistas sin control y te pueden romper una pierna y que compartan las vacaciones con los que quieren que, a fin de cuentas, es el único patrimonio que nos queda de verdad.
Verano
Lunes, 13 de julio de 2009
El tiempo se ha vuelto un poco loco (vaya novedad), pero podemos asegurar que ya es verano. En mi calle están haciendo obras. Gracias. La otra noche, un gracioso puso en marcha la apisonadora y parecía el fin del mundo. Gracias, también a tí, anónimo gilipollas.
Subí a una pequeña montaña y, durante el ascenso me agarré a un pino que se vino hacia mi y casi me aplasta las piernas. Tuve tiempo de esquivarlo. Fue tan rápido que ni me asusté. Una vez en la cima, un guarda forestal de dos metros y medio de altura me informó que, según la Nasa, este va a ser un verano que alternará sol y nubes, «no muy caluroso». Si lo dice la Nasa…
Yo creía que íbamos a estar tranquilos, pero los coletazos de la crisis, como si de una ballena herida se tratara, pueden arrancarte la cabeza mientras estás tan ricamente bañándote. Así que cuidadín. Casi no veo la tele. Pinto, ando, dibujo y vuelvo a pintar. Voy a ver si leo (no sé si me acordaré). Escucharé música atrasada, visitaré las obras de mi calle y me tomaré menos cafés. En las radios se van los titulares de los programas y se instala un cierto aire de relax.
Anoche soñé que hablaba en el vestuario con Xavi del Barça. Un buen tipo. He soñado otras cosas que nunca explicaré. Si te olvidas de una pesadilla, nada más despertarte, ésta desaparece, se desvanece en el olvido. La mata tu memoria consciente. Después de más de diez meses de darlo todo, poner buena cara y seguir como un monje la agenda marcada, vienen ganas de no descolgar el teléfono, no afeitarte, ir con pantalones cortos viejos y mancharte las manos de pintura. Eso es exactamente lo que voy a hacer. Se trata de coger carrerilla, para otro salto de longitud que de momento se intuye lejano y medio borroso, allá por el mes de septiembre. Y como dicen en mi pueblo: «Septiembre no lo ha visto nadie».
Vacaciones
Viernes, 3 de julio de 2009
Voy a repetírmelo que no me lo creo: «vacaciones, vacaciones, vacaciones…» Cumplimos con la tradición: vino mi madre, pasó revista al año, la liamos con un cohete, emoción, agradecimiento, esfuerzo justificado… Todas esas cosas que normalmente trae de serie el último programa de la temporada. Pero, esta vez, me parece que la satisfacción merece una explicación.
Hemos culminado una quinta temporada con brillantez, muy buenos resultados y una sensación de que el programa se ha revalorizado, ha hecho su enésima reinvención y mira al futuro con orgullo y muchas cosas que decir. ¿Por qué? Porque nos lo curramos.
Porque hay un equipo que se deja la piel y me acompaña, me mima, me hace mejor y se cree lo que hace. ¿Que hay que pasar a una cadena pequeña? Pues se pasa y se demuestra que «pequeño» es sólo un adjetivo para calificar a los directivos de televisión. No hay cadenas pequeñas. Hay proyectos, ganas, riesgo y TELEVISIÓN. Un arte precioso, a pesar de que algunos quieran convertirlo en un supermercado barato.
Era bonito ver improvisar a… ¡mi madre! Si es que me viene de familia. Han sido diez meses repletos (atiborrados) de tele, teatro, libros, trabajo en la productora y mucho más. «¿Vas a descansar?», me preguntaban. «Pues sólo lo justo», porque a los que nos gusta que pasen cosas, la inactividad nos aplatana. Lo justo para coger carrerilla.
Muchas, muchas gracias a todos.
Ver más