Como fan acérrimo de Groucho Marx debo decir que no podían hacerme mejor regalo los guionistas de 'Late Motiv' con la pieza de anoche. Por eso lo hicieron: porque no lo saben. «Un día de estos voy a pensar seriamente en pagarles» (dicho a lo Groucho).
Meterte en la piel de un clásico es un ultraje amigable que proporciona una gustera estratosférica. Me dió por andar y andar. Y surgió la magia. Un tema tan complejo como «El Procés» por fin podía ser diseccionado a machetazos de ironía. Yo solo hice de medium cómico. O sea la mitad de un cómico. La otra mitad era un genial señor con bigote que era el más libre y gamberro de aquel mundo en blanco y negro.
Bendito seas Groucho y gracias por la parte que no te toca.