La televisión ya no será lo que era. Se ha marchado para siempre uno de los mejores: Joan Ramon Mainat. Una mente divertida, arriesgada, enamorada del oficio, del misterio, de las enormes posibilidades de la tele. Suyas han sido uno de las mejores y más innovadoras ideas de la historia de nuestro querido electrodoméstico. Los amigos que quedan en el camino son cientos o miles. Mainat era el hombre que no se metía en líos. Sólo en los sitios libres, sin ataduras, sin conservadurismos. Él fue el que primero me animó a lanzarme a la piscina.
En 1995 me llamó para un programa especial en TV3. Confió en mi y en mi equipo y así realizamos «Sembla que tenim problemes». Gracias al éxito de aquella emisión, el camino se allanó para nosotros y él se apartó a un lado voluntariamente deseándome lo mejor. Una tarde me dio una cinta. «Míratela». Era un programa de David Letterman. El gusano de la televisión humorística pero elegante, las entrevistas divertidas, la parodia de la vida, se metió en mi cabeza para siempre.
Sólo soy uno de tantos y tantos profesionales que hemos recibido el aliento de Mainat. Es justo que lo recordemos siempre y sigamos luchando por las ideas, por muy locas que sean. Mi abrazo para Gestmusic y «Crónicas Marcianas». Vamos a coincidir muchachos y estoy convencido de que Mainat se lo pasaría en grande. Hasta siempre Joan Ramon.