Me hace bien, lo noto. «Es tu meditación», dice Sílvia. Seguramente. Desconecto de todo lo conocido para enlazar con otras cosas. Con las formas, el color, el aparente azar… Todo lo que, aparentemente, no controlas o te sorprende.
«Pintas para saber por qué pintas», según el maestro Miquel Barceló. Pintas para seguir, para respirar, para divertirte, para todo eso. Si no, no lo harías.