Invité a Javier Sardà «por el gusto de hablar». Así se lo dije en directo. No hace falta haber publicado un libro, ni estrenar un nuevo programa, ni nada. Cuando esto sucede, sientes algo así como una sana libertad para hablar de lo que te de la gana. Recordar, valorar, ironizar, jugar… lo que sea. Eso es lo que hicimos. Y me vinieron a la memoria aquellos años en la Cadena SER, cuando Javier presentaba «La ventana» y los de El Terrat colaborábamos con una sección de humor. Años de aprendizaje que, en realidad, nunca termina. Lo pasé muy bien con Sardà y me alegré de haberle invitado. ¿Qué más se puede pedir?
Una noche con Sardà
Jueves, 27 de febrero de 2014