Veo 400 noches que han sido 400 ocasiones de dar las gracias a la comedia que nos sigue permitiendo trabajar y pasarlo bien al mismo tiempo. Gracias, por supuesto, a Movistar que creyó en nosotros, en un late de corte clásico pero con el alma de aquí.
Veo 100 compañeros que lo hacen posible pero parecen 400 porque se multiplican, inyectan ganas y buen rollo. Así es como debe fabricarse la risa. Con regularidad, profesionalidad y ganas de jugar. Esa es la mezcla. Haciendo que parezca fácil lo difícil. Arriesgando siempre porque ahí está la gracia, respetando al género y al medio, mirando este jodido mundo a través de nuestros filtros. (¡¡¡Menos mal!!!)
Veo miles de personas que han venido de público a un programa que no está en lo que llaman el mainstream. Gente corriente, gente que sabe escoger y que cada noche nos provocan ese pinchazo en el estómago y lo justifican todo.
Veo 400 motivos más para seguir maquillándome y crecer. El niño que empezó a ver la tele hace 50 años (!) sigue creciendo. Nunca quiere parar uno de reírse.