Siempre me preguntan si es mejor para mi, entrevistar o ser entrevistado. La verdad es que me siento más cómodo al otro lado de la mesa, pero claro, si cambio los papeles con Eva Mendes, llega un momento que ya no se en qué lado estoy. Solo puedo mirarla y escucharla. Recuerdo que le dije, «oye, que tú mañana tendrás que madrugar, ¿no?». Todavía no sé por qué lo dije. Voy a seguir dándome cabezazos contra el canto de la mesa. (Gracias Pau Costa por la foto)
Eva Mendes
Miércoles, 10 de noviembre de 2010