Pues Berto ha cumplido los cuarenta. Ahí está el tío como si nada. Según dijo: «no tiene mérito lo de cumplir años. Van llegando. Solo tienes que sobrevivir y vas cumpliendo». Hombre, vale, pero lo queríamos celebrar en el polígono del amor.
Por eso le regalé una de esas cosas que hago yo. Escogí una de las cientos de fotos que puedo llegar a tener del muchacho (es lo que tiene llevar siempre la cámara encima) y la combiné con una obra mía. Ya he dicho alguna vez que mi faceta artística, modesta pero intensa… casi obsesiva, tiene sentido cuando la regalo a los amigos. Y así fue.
Felicidades Berto.