Daba gusto ver el teatro Coliseum de Barcelona, el pasado fin de semana. Berto cerró su gira de «La apoteosis necia» y arrasó los tres días. Más de cuatro mil personas (me incluyo), fuimos a verle. ¿Y qué vimos? Pues posiblemente uno de los mejores espectáculos de humor del país en estos momentos. Divertido, ingenioso, compacto, sorprendente y maduro. Berto se ha coronado en su casa, profeta en la Gran Vía. Y se lo merece. Lo digo yo que le conozco mucho. Respeta al público, se lo curra y lo deja todo en el escenario. Luego se marcha a casa «que estoy un poco cansado». Me alegro por mi compañero y me imagino su futuro. Es inmenso. Todo lo que él quiera.
El profeta en su tierra
Martes, 5 de octubre de 2010