Mandar una carta a un colectivo de profesores, no deja de ser «peligroso». Esperanza Aguirre (que no se amedrenta nunca) lo hizo y el colectivo docente de la Comunidad de Madrid, se la devolvió corregida. No podrá presentarse a los exámenes de septiembre porque ya estamos en septiembre.
La carta de la Esperanza
Descansar, pensar o las dos cosas a la vez
Es un privilegio que, con la que está cayendo, pueda permitirme descansar un poco para volver con más fuerza, nuevas ideas y muchas ganas. De eso se trata. Aunque, vamos a ver, los que me conocen saben que cuando descanso no paro del todo. No sé hacerlo. Continúo con «mis cosas». Con mis dibujos, esos libros pendientes, las redes sociales, chafardeando, curioseando, hablando con amigos, viendo poca tele (muy poca) y pendiente de la actualidad y de mis compañeros de El Terrat.
Siempre fue así, pero actualmente parece mucho más importante no desconectar. Necesario diría yo. Es como si el mundo estuviera cambiando cada día, sin saber muy bien hacia adónde vamos. Cambios, revoluciones, modelos sociales, económicos y políticos que han caducado y provocan el hartazgo de los más perjudicados…
Así las cosas, creo que es vital saber por dónde se abre paso la vida y la gente. Y eso es lo que voy a hacer, para luego contarlo en un programa de comedia que esté a la altura de nuestros espectadores. Porque la comedia, como siempre, sigue siendo la mejor llave para abrir puertas y mentes. Y, de paso, reírte un poco que buena falta nos hace. Tenemos varios proyectos entre manos (en los que estoy implicado), que verán próximamente la luz. No os librareis tan fácilmente de mi. Me siento más en forma que nunca. Me noto querido y bien rodeado por mis compañeros de viaje y muy respetado por nuestros seguidores. Es todo lo que necesito para seguir en la brecha, aunque veces cierre los ojos imaginado un mundo mejor.
Futuro
El demonio noruego
La mirada de psicópata del asesino noruego encierra todo el mal posible. Una tormenta de odio irracional que nos ha dejado helados. Dice que estamos en guerra y por eso tuvo que matar. La única que está en guerra es su cabeza, sus ideas xenófobas extremas, su sangre fría, su maldita posteridad. El infierno es algo agradable para él. Hay que pensar algo peor.
La reafirmación de los indignados
Las cosas se ponen en su sitio. Las masivas manifestaciones de indignados por toda España han reafirmado la opción de la queja pacífica, pidiendo cambios reales y han desterrado la violencia que nunca estuvo en el ideario. El que no quiera verlo así tiene un problema o varios.
Muchos políticos miran hacia otro lado y es normal. Están desubicados. Ellos, que han sido escogidos por el pueblo, asisten a la escenificación del divorcio con ese mismo pueblo. ¿Qué ha fallado? Pues han fallado ellos, con políticas conservadoras, sumisión a los bancos, a los mercados, al capitalismo salvaje que todo lo corrompe.
Muchos medios de comunicación también niegan la mayor. Hay que ser muy cretino para decidir contar «lo que no está pasando». Una negación en si misma, del propio periodismo.
Este mar enbravecido en que se está convirtiendo la sociedad, va a sacar a la luz todas las impurezas del sistema. Ojalá sea así, se vean claramente los plumeros, se despejen las incógnitas, se encuentren nuevos caminos y triunfe el sentido común. Solo con que se cumpla lo último, seremos mejores. El veranito se presenta caliente.