Pinto para los amigos. Para aquellos a los que les puede hacer ilusión. Así, de esta guisa, me planté en casa de unos buenos amigos hace poco. Hacía tiempo que me habían pedido algo. Aseguran que les gustó e incluso me dieron de comer. Todo en orden. Todo bien.
Arte a domicilio
Para los que han perdido la esperanza
Insuperable
Ha pasado más de medio siglo y, esta secuencia, sigue siendo INSUPERABLE. Relájense y disfruten.
A veces veo arte
Lo veo por todas partes, en el lugar más inesperado. Supongo que es algo obsesivo, una especie de fijación. Me gusta el arte casual, el accidental, el fortuito. Descubrí una tabla de planchar abandonada en un contenedor. Eso ya «era» una foto para Captura. Pero luego me acerqué a la propia tabla, enmarqué la lona quemada por el uso (y el abuso) y allí «había» otra pieza. Pareja de ases. Una buena tarde. Me fui y allí lo dejé todo. Ingnorando el incalculable valor de todo aquel arte. No crean que no lo pensé pero luego me imaginé llegando a casa con todo aquello e intentando dar explicaciones. Así que lo descarté y pensé que sería mejor que quedara entre ustedes que leen esto y un servidor. Sigo buscando.
Barcelona
Como nunca la has visto…