Nuestra corresponsal en Sevilla, Sílvia Abril, nos hace llegar dos bonitas estampas de la estancia del paso del «chiki chikismo» por la feria de Sevilla. Nos resalta que no paró de llover durante todos los días en los que el astro residió en la capital andaluza. ¿Alguna relación?. Esperemos que no.
La comitiva del tupé está currando de lo lindo y la gente se vuelca como loca. Cada vez queda menos para Belgrado. El otro día pensé que, la noche del festival cuando Rodolfo salga al escenario, me voy a emocionar. Seguro.

La genialidad de Quim Monzó, está fuera de toda duda. Y, como tal, siempre puede sorprenderte. Cuando me dijeron que era un fan de Rodolfo, me alegré un montón. Me alegré ante la posibilidad de volver a contactar con él y disfrutar de su ironía, de la verdad que lanza a borbotones, de ese surrealismo cultivado, de esa seriedad contracultural y, en definitiva, del gamberro que vive en su interior. Cuando vino el martes al programa, me recordó al Monzó de su época gloriosa en Tv3, allá por el año 93. Ha llovido (poco) desde entonces, pero Monzó sigue tan libre e inclasificable como siempre. O más. Encima escribe como pocos y opina cada día en La Vanguardia. Un verdadero lujo para la «apalacanada» Catalunya. Fue un placer reencontrarme con él.

Uno de los mejores momentos de los últimos programas. La noche que nos convertimos en muñecos. Naturalmente estaba Rodolfo.

Otro honor para Chikilicuatre. Que lo baile el bueno de Cuttlas. La leyenda sigue creciendo.

Allí estuve. En la leyenda me colé. Salgo al final del vídeo de agradecimiento de Rodolfo para los internautas. Mando las pruebas.