Un lujo

Martes, 9 de diciembre de 2008

El lujo de poder contar con Revilla como «colaborador mensual» del programa. El lujo de que te pregunten: «¿Cómo ves la entrevista? El presidente es un gran aficionado a la pesca». El lujo de garabatear un muelle en un papel y pasarlo a mi equipo. El lujazo de descubrir más tarde que los compañeros de atrezzo, lo han hecho mucho mejor de lo que yo hubiera imaginado. El lujo de hablar sin prisas con Revilla. «33 minutos», pude leer en un monitor. ¡Llevábamos 33 minutos de entrevista! Bueno, ¿y qué? Seguimos, nos reímos y pude notar ese pinchazo especial que te está diciendo «esto es la televisión que me gusta hacer». Libre, creativa, que estruja y saca hasta la última gota de las posibilidades que da el medio. Y mañana, a superarnos.

Por eso me maquillo cada tarde y me emociono. A pesar de los presagios agoreros y apocalípticos para el 2009. A pesar de la tele que ves y que se supone que funciona. A pesar del apagón del 2010. Yo sigo en esto para poder subirme a un muelle de madera y ponerme una guitarra al lado, por si me animaba. Sigo en esto porque me rodea el equipo más completo y experto que jamás he tenido. El pesimismo no entra por la puerta de nuestro plató. Nosotros «hacemos cosas». Nada malo puede pasarnos.
Un lujo

Antes del programa

Lunes, 17 de noviembre de 2008

Una maravillosa rutina. La adrenalina está en el aire. Puede olerse. Empieza a sonar la banda, se escuchan los primeros aplausos, el equipo empieza a animarse, yo saco la cámara… Estos minutos son los que explican claramente porque nos dedicamos a esto. Porque estamos enganchados a lo efímero, lo sorprendente, lo espectacular, lo divertido. Se acerca el momento de empezar: «¿Vamos Andreu?». «Vamos».
Antes del programa #1
Antes del programa #2
Antes del programa #3

Casualidades

Lunes, 15 de septiembre de 2008

Me gustan las casualidades, aunque no se exactamente porqué. Casualmente llevaba mi cámara el otro día en El hormiguero de Motos en Cuatro y, claro, tuve que desenfundar. Ahí va el testimonio. Pablo Motos es un excelente profesional, con un buen programa. Creo que soy el primero de laSexta que entra (y sale) de la estrella de la muerte. Cada vez que hablamos Pablo y yo, constatamos nuestras coincidencias. Pensamos muy similar. Nos gustan los mismos referentes y tenemos «calado» el show business patrio. «Tenemos que llamarnos más» le dije. Lo mismo que me soltó al día siguiente el Gran Wyoming en la presentación de laSexta, en el Price. Wyoming estuvo espléndido, como siempre, y yo seguí con la parodia de nuestra rivalidad. «Al final vamos a ser como Dean Martin y Jerry Lewis».
Con Pablo Motos
LaSexta arranca una nueva temporada con esa mezcla de libertad, modestia, buen ambiente y ambición. La prensa refleja en cuentagotas, las más de dos horas que duró el acto. Cada septiembre pasa lo mismo. Los periódicos de otros grupos, nos relativizan sin decoro. Cada septiembre, pienso en lo bajo que ha caído el periodismo. En el acto de laSexta, quise que Berto recibiera el aplauso de los presentes. «Porque representa lo que nos gusta de esta cadena: que apuesta por gente nueva y sale bien». En un minuto, mi sobrino se los puso en el bolsillo. Fue el propio Berto, junto a Pep Espada, el que protagonizó otra casualidad.
Berto y Pep
Estábamos en el puente aéreo y se puso a leer el mismo libro de Ken Follet que nuestro director. Por lo que se aprecia, Pep está llegando a la mitad. Con lo que esperamos, igual acabaron éste y se compraron otro. El mismo, claro.

Ya para terminar, resulta que estoy a punto de enviar esta entrada, cuando descubro que es día 15 de septiembre y que debo volver al plató. ¿Casualidad? No lo sé, pero como ya avanzamos a la prensa, esta temporada pensamos llegar «MUCHO MÁS ALLÁ». Vamos a abordar el misterio como nunca nadie lo ha hecho. Es decir, como todos, pero reconociendo que es una patraña. «Patraña». Me gusta la palabra. «VIVA PATRAÑA». Hasta la noche.

Tito de verano

Lunes, 30 de junio de 2008

Andreu pasa el testigo a Berto
Pues eso. Que me voy de vacaciones el jueves y dejo a mi sobrino al frente del negocio. Todo muy familiar y lógico. Lógico, no porque sea de la familia, sino porque Berto está sobradamente preparado para asumir el reto. Se lo tengo dicho y lo repetí en Madrid el viernes, donde nos encontramos con casi toda la prensa. Es la primera vez, en toda mi carrera, que coincido con alguien que tiene ese perfil. He trabajado con cómicos fantásticos. Locos, explosivos, desconcertantes, geniales… la lista es inmensa. Pero nunca lo había hecho con alguien que puede decir «hola buenas noches, voy a contarles unas cuantas cosas». Lo que se dice un presentador. Con su visión del mundo, desde uno propio.

Berto es bueno, cae bien y se merece la oportunidad. Porque no hay que olvidar que todos, repito todos, hemos gozado de oportunidades, nos han abierto puertas y han confiado en nosotros. En algún momento, en algún lugar. Pues ese momento ha llegado para Berto y estoy seguro de que el fantástico equipo del programa, se pondrá a su servicio con el buen rollo de siempre. Encima no tendrá que aparcarme el coche cada tarde. Es su verano. Y el vuestro. Y el mío. El verano es de todos, hasta que el gobierno no diga lo contrario.

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