Deporte de riesgo

Miércoles, 25 de julio de 2012

La cosa se está poniendo cada día más oscura, y con esto no descubro nada. Muchas de las cosas que ayer creíamos no necesitar hoy pueden significar un sueldo. O algo parecido. Ahí está el cartón como símbolo supremo del buscarse la vida. Claro que también supone un riesgo.

El hombre (del que solo vemos la mitad) que escarba en el contenedor del ayuntamiento me heló el corazón por unos segundos. ¿Era un hombre o un maniquí? Hasta que no vi que movía las piernas no me quedé tranquilo. Esto sí que es riesgo, aunque me temo que no tiene nada de deporte. Me pregunto qué grado de interés tendrá este señor por estos Juegos Olímpicos que «paralizan el planeta». Diría que el interés es bajo, por no decir nulo.

«Fotodiario» en El Periódico

Deporte de riesgo

El retroceso

Martes, 3 de julio de 2012

Este hombre duerme como puede en la entrada de una antigua tienda de moda, en la céntrica calle Caspe de Barcelona.

Pasé muchos años de mi vida delante de esta tienda, camino de la radio donde me formé, donde disfruté, donde soñé… Era una tienda elegante, «fina», con maniquíes desafiantes en el aparador que te enseñaban como se tenía que encarar el día a día. Un poco cara también…

Ahora todo esto ha desparecido y esta foto es una maldita metáfora del retroceso y de la degradación. La crisis tumbó el negocio, la elegancia se fue por la puerta y en esta misma puerta se instaló la necesidad y el abandono. Hacer la foto me costó, como siempre. Si sirve para remover alguna conciencia valdrá la pena toda la tristeza que me provocó.

«Fotodiario» en El Periódico

Retroceder

Esperar

Martes, 26 de junio de 2012

Son tiempos para esperar. Estamos esperando e intentando no desesperar. La frontera es muy delgada. En general, estamos esperando a que las cosas mejoren y la rueda del bienestar, del trabajo, de la dignidad y de las oportunidades, vuelva a girar.

Sí, vale, ya sabemos que nada va a volver a ser como antes (esa letanía de la que nos quieren hacer culpables) pero la parálisis actual no trae nada bueno. Es agua encharcada. Mosquitos, enfermedades, tiburones… mal, muy mal. Estamos esperando (por ejemplo) a que el millonario de Las Vegas ponga su dedo en el mapa. Barcelona o Madrid. ¿Nos gusta ese modelo de negocio? La Generalitat dice que «no nos puede no gustar» con el panorama actual. ¿Nos estaremos vendiendo por un plato de lentejas? ESPEREMOS que no.

Estamos esperando a que se formalice de una vez la fusión Antena 3-laSexta, sumidos en un vergonzoso entramado de trámites burocráticos que solo frena (todavía más) la industria audiovisual española. En ese compás de espera, está nuestro nuevo programa. Como un coche de Fórmula 1 en unos boxes sin mecánicos y sin gasolina.

En Catalunya, estamos esperando saber (y ver) cómo será la nueva etapa de Eugeni Sallent al frente de TV3, la mejor tele autonómica de España. Una tele en la que nos criamos los de El Terrat, pero a la que es muy difícil acceder actualmente. Y ya no te digo para las pequeñas productoras con talento que buscan una oportunidad. ¿Por qué? Porque tiene una reestructuración interna pendiente que la haga más operativa. Yo quiero lo mejor para TV3 y lo quiero todo. Quiero (ESPERO) que llegue a un buen acuerdo con sus trabajadores y que vuelva a ser la gran plataforma de la mejor televisión del país. ¿Cómo se hace? No lo sé. Yo no soy el director. Yo, espero.

Parece que España entera es una gran sala de espera. Los médicos todavía no han salido para decirnos si se salvará el paciente. Pero, antes de que salga, lo que tenemos muy claro es que queremos vivir. Y lo queremos con todas nuestras energías.

La espera

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