Significa que ya sabes un 75% por ciento de lo que te va a decir. Porque los políticos -en su estado permanente de campaña electoral-, trabajan por no salir del «personaje» que protagonizan. El «personaje» de un hombre que lanza titulares, doctrina de partido, crítica del adversario y promesas varias. Eso ya lo sabía, pero lo he confirmado en propias carnes. Mariano Rajoy, en su entrevista para nuestro programa, respondió perfectamente al perfil predeterminado. Hay que decir que en el PP, nos trataron con educación y profesionalidad. Que nos dejaron montar nuestro «circo» como quisimos y que el propio Rajoy debutó como actor en los primeros minutos del vídeo. Traté de mantener una posición equidistante, lanzar mis chistes y escuchar las tesis del líder de la oposición.
Me tengo que guardar mis ideas personales, porque para eso son personales. Me tuve que poner el «mono» de trabajo y preguntar. Y dejar que el entrevistado diga lo que le dé la gana, porque yo no soy analista. Yo soy payaso, que se parece pero es algo diferente. Tengo mi quiniela personal para los próximos comicios. Y me gusta que sea así: íntima. Mientras tanto, seguiré riéndome de todos y con todos.
Ya no volveremos a invitar a Joan Laporta. El equipo de BFN, lleva más de dos años intentándolo y, a estas alturas, nos hemos dado cuenta de que no quiere venir. Bueno. Pues que no venga. Pero, llegados a este punto, el tema bien merece una pequeña explicación. Nunca hemos tenido nada en contra del presidente del Barça. Mucho menos de la institución. Recuerdo que cuando empezamos a emitir desde Barcelona, albergaba la ilusión de que el club nos echara un capote (por lo del factor local) y nos ayudara un poco en aquellos complicados meses del despegue a nivel nacional. Nada. No hubo reacción. Los jugadores que han venido, siempre lo han hecho a título personal y, la verdad es que siempre les estaré agradecido. El club, nada. Ni un movimiento. Todo excusas y demoras, con los argumentos de las agendas. (Laporta debe tener una agenda más llena que el presidente de la ONU).
Hace unos dos meses, le escribí una carta personal en la que le mostraba mi desconcierto y le invitaba a venir a BFN para disipar cualquier duda. Nada. Ni una respuesta. Ahí es cuando la ignorancia se convierte en ofensa. Todavía, a día de hoy, no sé que ha podido pasar, aunque confieso que ya no me importa. Creo que el club está por encima de sus dirigentes. Es una pena, pero es así. Hay personas que ven enemigos por todas partes. Yo solo veo amigos. Y a Laporta, no lo veo. Ni lo veré. Este es el desencuentro más tonto y gratuito de la historia de la televisión.
El mundo del espectáculo pasa un momento chungo. Han cambiado los tiempos y eso conlleva una desestructuración del sector, un abaratamiento y un despiste general que yo nunca había visto. La industria discográfica se ha ido a pique. Los nuevos grupos las pasan putas. No hay dinero para ir a la televisión y pagar a los músicos. Las novedades no lucen. El cine español sigue perdiendo espectadores y el glamour de antaño (si lo había) se ha hecho añicos.
Invitas a algunos actores y la peli tienes que promocionarla tú. ¡Acojonante! Y si encima la peli la ha pagado otra cadena, olvídate. Que se sepa que esto no pasa en ningún lugar. Es una vergüenza. Y luego se quejan si la gente no va a las salas… La tele, ni te cuento. Hay poco espacio para el talento y lo singular y casi nada de oxígeno para los creativos.
Solución : «Yo me bajo las series por el emule». Internet ha entrado como un alien imparable en el mundo del espectáculo y eso, nosotros, lo notamos muchísimo en el programa. ¿Por qué? Porque somos lo que se dice un escaparate de dicho mundo, en clave de entretenimiento. Invitamos a los que hacen cosas de calidad y quieren contarlas, adaptándose al tono del programa. Cada vez cuesta más, podemos asegurarlo. Por eso, quiero destacar las dos lecciones que dieron recientemente dos veteranos: Gomaespuma y Miguel Ríos. Para que tomen nota los advenedizos que buscan el éxito inmediato y vacío y ponen problemas para todo. Ese tipo de tiquismiquis que no se toma en serio la tele y los setecientos mil espectadores que van a verlo. Cierto es que la propia tele se ha ido degenerando ella misma, pero ese no es un problema -de verdad-, que nos lo hagamos nuestro. No me considero responsable de ello. Sigo insistiendo a las agencias de comunicación para que traigan las estrellas a la tele, como hacen en todo el mundo civilizado. Pero no tienen fuerza, ni ganas.
«Fulanito solo va a conceder diez minutos en su hotel». «Pues que se tome algo del minibar». Porque nosotros hacemos televisión y no vamos a los hoteles. Ni a a los domicilios. Ahí nos sale el orgullo de programa. Nosotros garantizamos un trato digno en plató y no pagamos. Son nuestras señas de identidad. Nuestro patrimonio.
GOMAESPUMA nos brindó la mejor entrevista del año. Con oficio, frescura y buen rollo. Un recital. Miguel Ríos se juntó con la banda y cantó un tema en directo. Con energía, entrega y complicidad. A pesar del desencanto y la desorientación del sector, seguiremos apostando por los buenos contenidos y los buenos invitados. Los que quieran venir. Los que no quieran venir, ya no son buenos invitados. Todos aquellos a los que se les caen los anillos por esforzarse un poco, no son buenos artistas. Son «pijos» del espectáculo. No lo aman. Solo lo utilizan.
GOMAESPUMA y Miguel Ríos, me demostraron que si persistes en tu ideal de programa digno, puedes recoger buenos frutos. No buscamos una gran audiencia. Buscamos una BUENA audiencia. Gente con sensibilidad y sentido común. Ahí estamos y ahí seguiremos. Esta constatación, ha sido mi mejor regalo de cumpleaños.
Con «A», eh! Fallar. He fallado en mi afrenta a Berto, con lo de poner una entrada o dos cada día. Lo reconozco. Si es que no paro, aunque algunos puedan pensar que solo trabajo una hora y media cada noche. Tengo más cosas en la cabeza de las que puedo pensar y decir. Solo están dentro de la cabeza. Dando tumbos. Estamos ultimando la nueva entrega de monólogos. Tenemos nuevo libro y puedo avanzar que la imagen de la portada va a sorprender.
Estamos apurando los últimos días de exposición de Hell and heaven en la Galeria Senda de Barcelona. Si lo quieres ver, queda muy poco. Sigo dibujando. Y mucho. El Terrat prepara bastantes programas y en la medida de lo posible, intento ayudar aunque cada dia sepa menos de televisión. Me preguntaban los amigos de «La rosa de los vientos» en Onda Cero que cómo era un día mío normal. Buf!!! Es que mis días no son normales. Y las noches menos.
El miércoles estuvimos viendo al monologuista Toni Moog. Me gusta mucho porque es diferente. Es como si Antonio Ozores hubiera nacido en los setenta. Toni es incorrecto y se agradece. ¡Ya está bien de tanta corrección, hombre! En la sala donde actuaba Toni, una mujer insistió en que la conocía. Y no es verdad. Me sucede muy a menudo. Me dicen: «Tú no te acordarás porque tienes un montón de cosas en la cabeza, pero sí.» Y yo: «Que no». Porque puede ser que tenga la cabeza repleta, pero en lo de las caras no fallo. Si no la conozco, no la conozco.
Hoy, en el gimnasio, estaba sudando como un cerdo y se me acerca un chaval, cámara en ristre: «¿Te puedo hacer una foto?». «Hombre, pues no. Aquí no por favor». Se ha ido como pensando «¡Qué raros los de la tele! Me ha fallado».
Decidí que este fin de año, iba a pasarlo en pantalón corto. Podría haberme quedado en Barcelona, pero estoy seguro que hubiera pillado el tercer resfriado del otoño/invierno. Así que estoy en Buenos Aires. Este es mi gran viaje pendiente a la Argentina y lo cierto es que mo me ha defraudado lo más mínimo. Buenos Aires es excesiva, luminosa, orgullosa, un poco sucia, sorprendente. Aquí hay trece millones de personas tirando del carro, bebiendo mate, soñando con Maradona, marchándose de vacaciones (¡DE VERANO!), confiando que la nueva presidenta Cristina, encuentre el rumbo adecuado para sacar a un gran país de un gran fracaso.
Al segundo día, ya contacte con la televisión local. Estuve invitado en el programa de Jorge Guinzburg «La Biblia y el calefón», de Canal 13. Guinzburg es un veterano rápido, brillante y divertidísimo. Un lujazo participar en su programa que va emitirse el próximo dia 7.
He comido toda la carne asada que me toca para el 2008 y he andado tantos kilómetros que me estoy planteando volver a pie hasta Barcelona. También he hecho miles de fotos que van invadir Captura y he dejado de pensar en el programa. Eso es bueno. Ahora me voy a la cancha de Boca. Otro santuario popular.