Llamando a las puertas del cielo

Martes, 28 de agosto de 2012

Las iglesias serían pequeñas delegaciones o sucursales del cielo en la tierra. Más bien oficinas comerciales, porque lo que es el cielo en sí mismo no lo ha visto nadie. En las iglesias (místicas agencias de viaje), nos explican las ventajas de una fe cristiana, según la cuál, todo lo que hacemos en la tierra tendrá su recompensa en el cielo.

Quieras que no, te quedas más tranquilo. Las iglesias (como ésta en plena ciudad de Barcelona) tienen grandes puertas de acceso. Transmiten importancia, gravedad, algo de miedo. Imaginé que este feligrés le estaba preguntando al párroco: «Pero, a ver, ¿está usted seguro que que Dios, en su infinita bondad, está al tanto de lo que pasa en la tierra últimamente?»

«Fotodiario» en El Periódico

Puerta de iglesia

La pareja del siglo

Martes, 21 de agosto de 2012

Iker es uno de los mejores porteros de la historia. Un buen chaval con la cabeza amueblada que, a pesar de ser entrenado por Mourinho, sabe pedir respeto para sus rivales. Ella es una muchacha de mirada fría y una voz más bien grave, un poco aséptica.

Él sigue ganando como si nada, ella está en el medio de un huracán. Pero es que encima son novios y entonces el periodismo (o lo que queda de él) empieza a rechinar y ella se pone una camiseta de la selección para informar (?) y de los nervios se le escapan algunos errores y los españoles (siempre con la chanza a punto) abren la caja de las bromas. Todo muy lógico y muy raro al mismo tiempo. Hasta cuando ganamos títulos somos diferentes.

«Fotodiario» en El Periódico

Iker y Sara

El muro

Martes, 14 de agosto de 2012

El primero, no el de Pink Floyd. Estuve en Jerusalén y fui a todos los sitios dónde hay que ir. A los sagrados y a los normales. Fue un vuelo rápido sobre la ciudad dónde las religiones se cruzan, a veces como navajas, y el misticismo crece en las piedras como un liquen. Vi a esos hombres con extraños sombreros, tirabuzones imposibles y una mirada perdida en el pasado.

Una ciudad donde se sonríe poco, porque parece que la religión está a años luz del sentido del humor (eso ya lo sabía). Vi muchas cosas y entendí muy pocas. Al final, me encaramé a una azotea para buscar una perspectiva mejor, una distancia que me permitiera una cierta lucidez… Ni por esas. Creo que el muchacho que contempla el muro estaba como yo, pero él no puede decir ni escribir. Tan solo puede pensar.

«Fotodiario» en El Periódico

El muro

Reportero de mi mismo: el taller

Miércoles, 8 de agosto de 2012

Tengo una cámara de fotos, tengo mi taller, tengo tiempo: voy a hacerme un reportaje. Eso es lo que pensé. En realidad, decidí no tocar nada, ni remover en los archivos, ni disponer una presentación convencional de mi trabajo, (trabajo que va amontonándose en carpetas, por cierto). Lo único que hice fue ir disparando sobre ese material que parece estar vivo, que te «mira», el resultado de pruebas o nuevas líneas de estilo o quién sabe qué… Por ahí andan las acuarelas, las fotos intervenidas, sencillamente fotos, algo de ilustración…

Decía Barceló que a veces dejas una obra y al día siguiente cuando la vuelves a mirar ya ha cambiado. Eso es lo que hago a menudo: las dejo y regreso. ¿Han cambiado ellas o he cambiado yo? Ahora, en agosto, aprieto el acelerador de la creación. El arte (probar, jugar y disfrutar con él), es la mejor medicina para soportar la cruda realidad. También es una reacción, una respuesta, una huida siempre hacia adelante.


Taller

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